Gülsüm Ağaoğlu y Veli Saçılık, co-portavoces de la Comisión de Migración y Refugiados, han declarado en un en un comunicado escrito: “Recientemente, se han realizado manifestaciones en muchas ciudades, especialmente en Estambul y Antep, paralelamente a las políticas del gobierno. Estas manifestaciones guiadas, que el gobierno llama ‘acciones anti-islamofóbicas’, tienen como objetivo enviar un mensaje a Francia y a otros estados europeos por medio de la ‘tarjeta de refugiados’”.
El comunicado subraya que “mientras que ningún partido, sindicato u organización democrática puede salir a las calles o realizar declaraciones de prensa, violando el derecho más básico de la libertad de expresión, los elementos radicales salafistas actúan libremente mostrando de forma abierta las relaciones que el Gobierno mantiene con estos grupos y el apoyo que les brinda”.
Y sigue: “Sería repetir lo obvio decir que el poder que envalentona estas acciones es el propio Estado turco. El mundo se siente intimidado por la amenaza de que estos grupos sean liberados en las calles, y son utilizados para chantajear a los estados europeos diciendo que si se abren las fronteras, los elementos radicales en cuestión llegarán a los estados europeos. Nunca aceptaremos la difusión del discurso del odio contra los refugiados sirios por los grupos salafistas”.
El HDP continúa: “Invitamos a todos los estamentos políticos y de la sociedad civil a tomar una postura en contra de la hostilidad mostrada contra los refugiados. El mejor enfoque sería considerarlos no como refugiados sirios, afganos, etc., sino como seres humanos. Es peligroso plantear la hostilidad de los refugiados a través de grupos yihadistas guiados desde un solo centro”.