El Comité Ejecutivo Central del Partido Democrático de los Pueblos emitió una declaración para saludar a la Revolución de Rojava en su noveno año, diciendo: "La revolución que comenzó en Rojava el 19 de julio de 2012 fue un punto de inflexión importante en la historia de Oriente Medio, Siria y el Kurdistán, y todavía está impactando en los acontecimientos de la región. El régimen del Baaz, que desde los primeros años de su establecimiento reprimió las demandas de igualdad, libertad y democracia de los pueblos de la región -especialmente del pueblo kurdo- con opresión, violencia y masacre, fue derrotado por el levantamiento y la revolución que surgió en 2012. Y así se cambió el curso de la historia".

El Comité Ejecutivo Central del HDP continuó: "Siria ha sufrido ya más de diez años de guerra civil, que comenzó en 2011. Durante estos diez años, los pueblos de Siria han pagado un gran precio. En este proceso, ni el régimen de Assad, que usurpa y niega todo tipo de derechos democráticos y fundamentales del pueblo kurdo y de los demás pueblos de la región, ni los yihadistas, que han utilizado todo tipo de prácticas inhumanas contra otros pueblos, han podido ofrecer un nuevo modelo de convivencia que asegure la paz de los pueblos de la región".

El 19 de julio de 2012, el pueblo kurdo y los pueblos del norte de Siria sentaron las bases de una tercera vía que garantiza su derecho a la autodeterminación más allá tanto de la posición autoritaria y monolítica del régimen de Assad como de las prácticas inhumanas de los yihadistas. El impacto de este nuevo modelo social, que se ha construido sobre los principios de la igualdad y la democracia, la libertad de las mujeres, de los diferentes pueblos, de las creencias religiosas y de la juventud, fue mucho más allá de Rojava y creó una nueva esperanza para todos los pueblos de Siria."

El comunicado añade: "La Revolución de Rojava ha hecho posible una vida y una convivencia igualitarias no sólo para los kurdos, sino también para los pueblos árabe, turcomano, asirio y armenio. Por eso es una revolución de los pueblos, de las mujeres, de las diferentes creencias y de la juventud. Debido al carácter alternativo de "nueva vida" de la revolución, ésta ha estado expuesta a ataques, intentos de invasión y bloqueos por parte del régimen de Assad, de los yihadistas y del régimen de Erdoğan y sus socios regionales.

Estos ataques han sido para reprimir la revolución. Los grupos yihadistas han ocupado Afrîn, Serêkanî y Girêspî con el consentimiento y el estímulo de las potencias imperialistas y regionales. Miles de personas han sido asesinadas y cientos de miles desplazadas. Se han cometido crímenes contra la humanidad en los intentos de ingeniería para cambiar la estructura demográfica de la región. Se han saqueado las riquezas naturales y los bienes históricos".

La declaración continuaba: "En su noveno aniversario, saludamos la revolución de Rojava, que ha demostrado a todos los pueblos del mundo que una tercera vía es posible en la región. La Revolución de Rojava es una importante experiencia histórica, cuyos logros deben ser preservados y consolidados como una inspiración para los pueblos de Oriente Medio. Celebrar esta revolución es una responsabilidad histórica, no sólo para el pueblo kurdo y los pueblos del norte de Siria, sino para todos los pueblos del mundo. Seguiremos siendo solidarios con el pueblo kurdo y los demás pueblos de Siria que luchan por la libertad, la igualdad y la democracia contra la guerra."