“Con gran tristeza nos hemos enterado del fallecimiento del arzobispo Desmond Tutu, incansable luchador por los derechos humanos en el mundo y héroe de la victoriosa lucha contra el apartheid en Sudáfrica”, declara el KNK en un mensaje de condolencias.
El Consejo Ejecutivo del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) ha emitido un mensaje de condolencias por la muerte del arzobispo Desmond Tutu.
El mensaje dice lo siguiente:
“Con gran tristeza nos hemos enterado del fallecimiento del arzobispo Desmond Tutu, incansable luchador por los derechos humanos en el mundo y héroe de la victoriosa lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Enviamos nuestro más sentido pésame a su familia, a sus compañeros y a todos los pueblos de Sudáfrica.
El arzobispo Tutu conoció la lucha del pueblo kurdo a principios de la década de 1990, cuando el Estado turco llevó a cabo una campaña de tierra quemada en todo el norte del Kurdistán y cometió crímenes sistemáticos contra el pueblo kurdo, y su solidaridad con los kurdos desde entonces duraría décadas. Compartió con nosotros su experiencia en la lucha contra el régimen de apartheid de su país y aprovechó todas las oportunidades para defender la justicia para el pueblo kurdo y una paz digna para el Kurdistán. Participó personalmente en muchas iniciativas mundiales destacadas en favor de la paz en el Kurdistán y en Turquía y, junto con el difunto juez Essa Moosa, el arzobispo Tutu fue una de las principales voces de los kurdos no sólo en Sudáfrica, sino también en la escena internacional.
Además de su compromiso político con la justicia, también rezó por la libertad del líder kurdo Abdullah Öcalan. Su dedicación a los derechos humanos y a la libertad no tenía límites, y mucho después de ayudar a poner fin al apartheid en su país, siguió siendo una voz decidida de los oprimidos en todo el mundo. El arzobispo Tutu no sólo fue un héroe de la lucha sudafricana contra el apartheid, sino también un icono de la lucha universal contra el racismo y la opresión. Su fallecimiento es una gran pérdida para los pueblos de Sudáfrica y muchos otros, incluido el kurdo.
Siempre estaremos agradecidos por las contribuciones personales del arzobispo Tutu a nuestra causa, y seguiremos guiándonos por su trabajo de toda la vida en favor de los oprimidos mientras continuamos nuestra lucha por la justicia y la paz en el Kurdistán y más allá”.
