A medida que continúa la intervención armada de las fuerzas del régimen contra las manifestaciones que estallaron en Kurdistán Oriental e Irán tras el asesinato de Mahsa (Jina) Amini en Teherán, las provincias de Sistán y Baluchistán se han enfrentado a las represiones más mortíferas. El número de muertos en la masacre que tuvo lugar en Zahidan el viernes 30 de septiembre sigue aumentando.
La Campaña de Activistas Baluchis informó que el número de personas que perdieron la vida durante la masacre denominada "Viernes Sangriento" aumentó a 88, mientras que más de 300 personas resultaron heridas.
El grupo dijo que los números y la información de identidad que publicaron se obtuvieron como resultado de su propia investigación, y agregó que estimaron que la cantidad de personas asesinadas durante el "Viernes Sangriento" era mayor.