El número de víctimas asciende a más de 37.500

En la zona fronteriza entre Turquía y Siria apenas quedan esperanzas de rescatar a los supervivientes del terremoto. El número de muertos en ambos países se ha elevado a más de 37.500.

En la zona fronteriza entre Turquía y Siria apenas quedan esperanzas de rescatar a los supervivientes del terremoto. Siete días después del devastador terremoto con epicentro en la provincia kurda de Gurgum (tr. Maraş), las fuerzas de emergencia recuperan sobre todo víctimas mortales.

Sólo en Turquía, su número asciende ya a más de 31.600, según informó el lunes la autoridad de control de catástrofes AFAD. Además, más de 85.000 personas han resultado heridas en los dos países.

En Siria, el número de muertos es aparentemente mucho mayor de lo que se suponía. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 4.500 personas han muerto en las zonas controladas por los yihadistas en los alrededores de Idlib y en la ocupada Efrîn, en el noroeste del país, y unas 1.400 en las regiones bajo control del régimen.

El coordinador de ayuda de emergencia para la región del Mediterráneo Oriental de la OMS, Richard Brennan, ya dio estas cifras el sábado en Damasco. También dijo que es probable que la cifra siga aumentando. El domingo, el Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, llegó a calcular hasta 50.000 muertos en ambos países. Miles de personas siguen desaparecidas.

A pesar de lo avanzado de la fecha, sigue habiendo noticias de rescates con éxito. En la provincia meridional turca de Hatay, por ejemplo, los equipos de rescate liberaron a última hora de la tarde del domingo a un niño de siete años y a una mujer de 62, tras 163 horas bajo los escombros. En Gurgum se rescató a un hombre de 45 años que llevaba 162 horas atrapado. En Semsûr (Adıyaman), dos hermanas que habían sobrevivido 153 horas fueron sacadas de entre los restos de su casa familiar.

Continúan las dificultades para prestar ayuda a las víctimas del terremoto en Siria

La OMS calcula ahora que 26 millones de personas en Turquía y Siria podrían verse afectadas por la catástrofe, entre ellas unos cinco millones de personas que ya se consideran más vulnerables. Hasta ahora, ha llegado poca ayuda a los territorios ocupados del noroeste de Siria en particular. Actualmente, el paso fronterizo de Bab al-Hawa hacia Idlib es el único abierto para el envío de ayuda a Siria. Sin embargo, según la OMS, el líder del régimen, Bashar Al-Assad, está estudiando la posibilidad de abrir más pasos fronterizos para permitir que la ayuda llegue a las víctimas del terremoto en zonas fuera de su esfera de poder. Assad se ha mostrado dispuesto a "considerar puntos de acceso transfronterizos adicionales para esta emergencia", ha declarado el jefe de la OMS, Tedros Ghebreyesus.