El PMA pide apoyo internacional urgente para los zimbabuenses

Con una hiperinflación sin precedentes que ha llevado los precios de los alimentos básicos más allá de los medios de la mayoría de los zimbabuenses, las familias cada vez más desesperadas comen menos, venden sus pertenencias y se endeudan.

Con la crisis de hambre ya severa provocada por el clima y la recesión de Zimbabwe y la profundización del COVID-19, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) necesita con urgencia 130 millones de dólares para sostener hasta agosto una operación de emergencia para prevenir a millones de las personas más vulnerables del país hundiéndose aún más en el hambre.

Una evaluación nacional reciente, la Clasificación de la Fase de 6Seguridad Alimentaria Integrada (IPC), muestra que el número de zimbabuenses con inseguridad alimentaria aguda ha aumentado a 4,3 millones, de 3,8 millones a fines del año pasado.

"Con la mayoría de los zimbabuenses luchando por poner comida en la mesa, la pandemia de COVID se arriesga a una desesperación aún mayor y más profunda", dijo Eddie Rowe, Director de País del PMA. "Todos debemos hacer todo lo posible para evitar que esta tragedia se convierta en una catástrofe".

El número total de personas con inseguridad alimentaria es de 7,7 millones, más de la mitad de la población. Los 130 millones de dólares que el PMA solicita con urgencia forman parte de un requisito total del sector de asistencia alimentaria de 472 millones de dólares hasta diciembre.

El PMA advierte que COVID-19 amenaza con exacerbar las graves crisis económicas y de hambre de Zimbabwe, afectando drásticamente la vida de las personas en las zonas urbanas y rurales. El PMA tiene un papel fundamental que desempeñar al mantener su programa ampliado de asistencia alimentaria, y debe ser capaz de entregarlo a plena capacidad, al tiempo que respalda la respuesta del país a la pandemia.