El primer día de Bolsonaro: recortes de derechos, de salarios y en la tierra

El nuevo presidente brasilero Jair Bolsonaro, asumió hace 48 hs y abrió su discurso indicando que: “El 1 de enero de 2019 será recordado como el día que el pueblo comenzó a liberarse del socialismo, del estatismo gigante y de lo políticamente correcto".

El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ultraconservador, de derecha, que hizo su campaña indicando que iba a eliminar a los militantes izquierdistas del territorio desde su primer día de gestión y que expresó que unos "sopapos" pueden "enseñar a ser hombres" a los homosexuales, quien además asoció la adopción por parte de matrimonios gays con la pedofilia, y que destacó que una de las razonas por las cuales hay mas homosexuales es “porque hay más mujeres que trabajan”, asumió el pasado 1 de enero de 2019, y en las primeras 24 horas de su mandato puso en práctica varias de las menciones en su campaña: recortó el salario mínimo, quitó derechos a la comunidad LGTB, y modificó cuestiones elementales de la lucha por las tierras indígenas.

Salario mínimo

El salario mínimo en Brasil se fija a partir de una serie de variables (inflación principalmente) proyectadas según el comportamiento de mercado. El saliente presidente Michel Temer había fijado un salario mínimo en el presupuesto 2019 relativamente bajo, de 1006 reales, y Bolsonaro, a pesar de lo presupuestado y aprobado por el Congreso, fijó un valor aún menor, de 998 reales de salario mínimo. Esta medida fue catalogada por el nuevo presidente dentro de las medidas de ajustes necesarias de un plan general para “encauzar la economía del país”, un país con una creciente inflación y desempleo, y que atraviesa una dura caída en su economía desde hace dos años.

Reforma previsional

El nuevo ministro de Hacienda, Pablo Guedes, ex banquero, y representante de la escuela de los “Chicago Boys”, quien trabajó en el área de investigación de la Universidad de Chile, durante la dictadura de Pinochet, informó que recortará 50 millones de reales en la reforma de previsional, que apunta principalmente a las pensiones. En un país que ya vió un recorte de derechos laborales terrible en la última modificación laboral realizada en la gestión de Temer en 2017, Guedes se suma a la propuesta de Bolsonaro que declaró meses atrás que “Continúa siendo muy difícil ser patrón en Brasil” en relación a los “costos” que suponen derechos como el aguinaldo, vacaciones y la política de actualización del salario mínimo, y agregó: “Si no tenemos menos derechos no tendremos más empleos”.

Tierras indígenas a manos del sector agroindustrial

La histórica lucha que los sectores indígenas y los sin tierra han dado en Brasil, de la mano de organizaciones como el MST, logró que la situación de las tierras en conflicto, que pertenecen a comunidades originarias del territorio brasileño, estén a cargo de la Fundación Nacional del Indio, que había sido defendida por varias etnias como la entidad idónea para fijar los límites de las reservas. Ayer Jair Bolsonaro trasladó, a través de un decreto, la potestad del tema de las tierras al Ministerio de Agricultura, a cargo de la ex legisladora Tereza Cristina, investigada por acuerdos ilegales con empresarios agroganaderos de Brasil. Queda entonces, bajo la órbita del Ministerio de Agricultura, los temas relacionados con “la reforma agraria, la regulación de la propiedad en áreas rurales de la Amazonia Legal, las tierras indígenas y las quilomblas (tierras antiguas de esclavos fugitivos).

Derechos humanos de la comunidad LGTB

Bolsonaro ha regado odio, homofobia y machismo extremo en muchos de sus discursos de campaña, y una de las medidas de su primer día de gestión fue quitar las demandas de la comunidad LGBT de las prioridades del ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, al frente del cual está la pastora Damares Alves. De esta manera comienza su campaña contra la “ideología de género”, y que ya desató ataques civiles, de odio, a la comunidad homosexual en Brasil en los últimos meses.

Un Bolsonaro que ha insertado miedo entre las minorías oprimidas del territorio brasileño, donde promete una quita de derechos en temas muy sensibles, que dejarán mas odio, discriminación, desempleo, pobreza y que también intentará hacer retroceder la lucha de las mujeres, comenzando con una medida de ayuda económica a mujeres que deciden no abortar embarazos producto de una violación.