El pueblo de Girê Qesroka, inundado por el embalse de Duhok, en el sur del Kurdistán, ha reaparecido después de 36 años. El motivo es la extrema sequía tras la crisis climática mundial. Según la dirección de la presa, el nivel del agua ha bajado otros siete metros en comparación con el año pasado.
La presa de Duhok se construyó a dos kilómetros al norte de la ciudad en 1985 y, entre otras cosas, inundó el pueblo, que en aquel momento estaba formado por cincuenta hogares. Debido al calentamiento global, el agua ha disminuido y el pueblo ha reaparecido. La mayoría de las casas antiguas han sido destruidas, pero quedan algunos muros de los cimientos. La península recién creada en el embalse se ha convertido en una atracción para las excursiones.