En Shengal fueron restituidas 32 víctimas del genocidio yazidí

En el funeral de las víctimas del genocidio yazidí, una de las supervivientes, Rosîda Hacî, declaró: “Es vergonzoso que el gobierno iraquí declare una amnistía general mientras que en Shengal todavía hay decenas de fosas comunes esperando a ser abiertas”.

Genocido yazidí

Miles de personas yazidíes fueron masacradas o secuestradas y reducidas a la condición de esclavitud en el ataque genocida lanzado por ISIS contra la ciudad yazidí de Shengal (Sinjar) el 3 de agosto de 2014.

Las huellas de la campaña genocida, reconocida como genocidio por la comunidad internacional, siguen apareciendo incluso años después junto a los restos desenterrados de las fosas comunes.

Desde marzo de 2019 se han desenterrado los restos de millas de personas, mientras que todavía quedan por abrir unas 40 fosas comunes. El destino de miles de personas secuestradas y masacradas en la campaña genocida del ISIS contra la comunidad yazidí sigue siendo incierto.

Desde 2019, los restos de más de 500 yazidíes se encuentran en el Instituto de Medicina Forense de Bagdad. La mayoría de estos restos no han sido devueltos a sus familias hasta el momento.

Los restos de 32 víctimas exhumados de una fosa común en el pueblo de Kocho hace cinco años han sido identificados recientemente.

Los restos fueron enviados desde el Instituto de Medicina Forense de Bagdad a Shengal ayer, tras la realización de las pruebas de ADN. Los familiares de las víctimas y varios residentes estuvieron presentes durante la entrega a sus familias en el pueblo de Solax.

Esta mañana se celebró el funeral de las víctimas, que han sido identificadas diez años después de la masacre. En la ceremonia, que comenzó con un minuto de silencio, asistieron presentes el Consejo Espiritual Yazidí, representantes de organizaciones de la sociedad civil, la Administración Autónoma de Shengal, TAJÊ (Movimiento de Liberación de Mujeres Yazidíes), las fuerzas de seguridad y numerosos residentes.

El Dr. Zaid Ali Abbas, director del Instituto de Medicina Forense de Bagdad, expresó sus condolencias a la comunidad yazidí y dijo: “En el Instituto de Medicina Forense de Bagdad estamos trabajando arduamente con los restos que tenemos. Los restos no son solo del pueblo yazidí, sino de todo Irak. Sin embargo, la mayoría de ellos son los exhumados de las fosas comunes en Shengal y enviados a nuestra institución. Lamentamos mucho seguir enviando restos al pueblo yazidí. Ofrecemos nuestras condolencias a todas las familias y deseamos la misericordia de Dios para los mártires. Que descansen en paz”.

Rosîda Hacî, una de las supervivientes de los ataques del ISIS, señaló: “Es vergonzoso que el gobierno iraquí haya declarado una amnistía general mientras todavía estamos recibiendo los restos de nuestros familiares y mientras todavía hay decenas de fosas comunes esperando a ser abiertos en Shengal. Nuestra sociedad ha sido desatendida por el Estado iraquí y las instituciones internacionales. Debemos mantener los ojos abiertos y estar alerta. La campaña genocida continúa. Los restos de decenas de nuestros hermanos, hermanas, madres y padres siguen esperándonos. Más de 40 fosas comunes esperan estar abiertas en Shengal. Miles de familias siguen viviendo en tiendas de campaña en los campamentos del sur. El gobierno iraquí no ha visto nada de esto”.

Los discursos fueron seguidos por una proyección de cine. 19 personas fueron sepultadas en Kocho, mientras que los restos de otras fueron enterrados en cementerios familiares. La ceremonia concluyó con ritos y rituales religiosos.

Contexto

La ciudad de Shengal (Sinjar), en la región del Kurdistán iraquí, es el último asentamiento continuo de la comunidad yazidí. Miles de yazidíes fueron asesinados y miles de mujeres y niños fueron hechos prisioneros en el ataque del 3 de agosto de 2014 en Shengal por militantes del ISIS. Mientras el ISIS comenzaba a asesinar a yazidíes en Shengal, los peshmerga se marcharon, dejando a los yazidíes atrás, desprotegidos. Las guerrillas de las HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo) y las YJA Star (Tropas de Mujeres Libres) y los combatientes de las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres) acudieron en ayuda del pueblo yazidí frente a la agresión del ISIS. Gracias a una lucha desinteresada que duró meses, la ciudad fue liberada el 13 de noviembre de 2015. Después de la liberación de la ciudad, las HPG y las YPG/YPJ se retiraron posteriormente en 2017. La gente que regresó a su tierra después de la independencia de Shengal impulsó unidades defensivas y construyó sus instituciones.