Más de 40.000 personas han perdido el acceso al agua potable debido a los ataques del ejército de ocupación turco en Ayn Issa. Mientras los ataques continúan, los equipos técnicos ya no pueden llegar a las instalaciones para reparar las instalaciones de agua que están fuera de servicio.

El ejército turco ocupante y sus mercenarios aliados continúan bombardeando y atacando con artillería el distrito de Ayn Issa y sus alrededores con todo tipo de armas pesadas y vehículos aéreos no tripulados. Como resultado de los ataques, las principales estaciones de agua potable y la red eléctrica fueron bombardeadas y quedaron fuera de servicio.

Recientemente, el tanque de recolección de agua del distrito y las estaciones de agua de al-Hisha y al-Fatsa también han sido blanco de ataques y han quedado fuera de servicio.

En declaraciones a ANHA, Senaa El Elî, co-presidenta de la Autoridad del Agua de Ayn Issa, declaró: “La ocupación turca ha intensificado sus ataques a las instalaciones de servicio con el fin de poner en peligro la vida de los ciudadanos de la región. En este contexto, la ocupación turca atacó directamente los tanques de agua y las redes eléctricas de las estaciones de al-Hisha al-Khamiya. Por otro lado, la estación de Al-Fatsa quedó completamente destruida. Debido a estos ataques, el agua potable quedó completamente cortada en 45 aldeas de al-Hisha y 20 aldeas de Ayn Issa. Más de 41 mil personas viven en estas aldeas. El continuo corte de agua obligará a la población de la región a utilizar agua que no es apta para beber y puede causar enfermedades”.

Al hablar sobre sus esfuerzos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos, Senaa El Elî indicó: “Solo hay un tanque de agua y aunque funciona las 24 horas del día, no es suficiente para satisfacer las necesidades de los ciudadanos”.

Senaa El Elî señaló que los equipos técnicos no pudieron acudir a las instalaciones para realizar reparaciones debido a los constantes ataques del ejército de ocupación turco.

Según los administradores del cantón Éufrates, los daños materiales causados ​​por los ataques del ejército ocupante turco y mercenarios aliados contra las instalaciones de agua alcanzaron un millón de dólares, y miles de familias fueron víctimas debido al corte de agua.