Un día después de la suspensión del parlamento y la destitución del primer ministro, estallaron enfrentamientos en Túnez.
El presidente Saied suspendió el parlamento durante 30 días el domingo por la noche luego de protestas masivas. Saied destituyó al primer ministro Hichem Mechichi en un momento en que las reacciones contra el gobierno son muy fuertes. El gobierno es particularmente criticado por su incapacidad para manejar la crisis social y sanitaria. El presidente designará al nuevo gobierno junto con un primer ministro que él nombrará.
Cientos de partidarios de Said se reunieron frente al parlamento e impidieron que los partidarios de Ennahda se reunieran con Rached Ghannouchi, el líder del partido, y también ingresaran al parlamento. Hubo enfrentamientos entre los partidarios de Saied y Ennahda. Las fuerzas militares también impidieron que Ghannouchi ingresara al parlamento.
El movimiento islamista Ennahda (Partido del Renacimiento), que ha sido criticado por recibir el apoyo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, describió las medidas adoptadas por el presidente como un "golpe de Estado contra la Revolución y la Constitución".
Durante los últimos seis meses, las tensiones entre Ghannouchi y el presidente Saied han hecho inviable al gobierno. Desde principios de julio, los casos de coronavirus en el país han aumentado drásticamente. 18 mil personas perdieron la vida en el país con una población de 12 millones. El país es uno de los peores del mundo en número de muertos por pandemia.
Los partidos Qalb Tunis (Corazón de Túnez) y el nacionalista islamista Al Karama (Coalición por la Dignidad) de la coalición Ennahda condenaron las decisiones de Saied.
El partido socialdemócrata de oposición, la Corriente Democrática, rechazó la suspensión del parlamento por parte de Saied. La Corriente Democrática, que ha apoyado al presidente, afirmó que la coalición liderada por Ennahda es responsable de la tensión actual.
El presidente Saied dijo que tomó estas decisiones “para salvar Túnez, el estado y el pueblo tunecino”.
Cansados de las luchas por el poder y del empeoramiento de la situación social y sanitaria, los tunecinos salieron a las calles el domingo por la noche para celebrar las decisiones de Saied con fuegos artificiales y tocando la bocina.