Entrenamiento de pilotos F-35 turcos en los EE. UU.

El ejército estadounidense deja en tierra a los pilotos turcos que entrenaba en los aviones de combate F-35 por la compra de un sistema de misiles ruso por parte de Turquía.

El ejército estadounidense ha dejado en tierra a los pilotos turcos que entrenaba en los aviones de combate F-35, impidiéndoles también acceder a la información restringida de las aeronaves.

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha dado formalmente como fecha límite a Turquía el 31 de julio para que deseche el acuerdo contraído con Rusia sobre el sistema de misiles S-400 antes de eliminar definitivamente al país de la OTAN del programa F-35.

Si Ankara no cambia de rumbo, todo el personal de las Fuerzas Aéreas de Turquía involucrado en el programa deberá abandonar los Estados Unidos.

A los seis pilotos turcos en la Base de las Fuerzas Aéreas Luke en Arizona —dos instructores y cuatro estudiantes— ya se les ha cortado el acceso al nuevo jet de fabricación estadounidense.

El portavoz del Pentágono, el teniente coronel Mike Andrews, ha confirmado que los pilotos turcos en la Base Luke ya no volarán más.

“Sin un cambio en la política de Turquía, continuaremos trabajando para reducir la participación de nuestro aliado turco en el programa F-35”, dijo Andrews.

La decisión de dejar en tierra a los pilotos se ha denominado “pausa operativa”, de modo que si Turquía decide desechar el S-400 en el último minuto, los pilotos podrían reanudar su entrenamiento. Este resultado, sin embargo, no parece probable.

Algunas piezas para los aviones de combate F-35 fabricados por la compañía estadounidense Lockheed Martin se obtienen de Turquía. A principios de abril, oficiales estadounidenses informaron a sus homólogos turcos que habían detenido la entrega de equipos relacionados con el proyecto del avión de combate F-35. Fuentes estadounidenses dijeron que la entrega de todo el equipo de entrenamiento futuro y relacionado con el F-35 había sido cancelada.

Los EE. UU. y otros aliados de la OTAN con aviones F-35 están preocupados por los sistemas S-400 que permitirían a Rusia aprender a identificar y rastrear los F-35, con lo que que la efectividad de estos aviones contra las armas de fabricación rusa disminuiría en el futuro.