Erdogan y su hipócrita paso por América del Sur
La gira del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, por Sudamérica duró solo unos días, pero no pasó desapercibida.
La gira del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, por Sudamérica duró solo unos días, pero no pasó desapercibida.
Durante una conferencia de prensa en la cumbre del G20, Erdogan se refirió al asesinato del periodista saudí y columnista de The Washington Post, Jamal Khashoggi. El presidente turco lanzó una crítica hacia los demás mandatarios por no poner el tema en la agenda de las reuniones y luego aseguró que la investigación sobre el caso no apuntaba a atacar a la familia real saudí.
Desde el periódico español eldiario.es, se advirtió que se trata del “mismo Erdogan que ha acabado con prácticamente todos los medios críticos y que mantiene a día de hoy a 237 periodistas entre rejas, convirtiéndose en el país con más periodistas encarcelados de todo el mundo”. “Es repugnante oírle hablar de la conciencia de la humanidad cuando su gobierno ha encerrado a unas 60.000 personas solo en los últimos años bajo acusaciones falsas”, declaró a ese medio Abdullah Bozkurt, periodista turco exiliado en Suecia y fundador del Stockholm Center forFreedom. “Está soltando grandes lágrimas de cocodrilo por el asesinato de un periodista e intenta manipular el caso en beneficio político y para mejorar suimagen”, agregó.
En esa misma conferencia sucedió un hecho inédito: el periodistade origen armenio Emilio Nazar Kasbo, director del Diario Pregón de La Plata, le consultó sobre los derechos de las minorías en Turquía y señaló que él era “uno de los descendientes de las familias que sufrieron el Genocidio Armenio”. Erdogan respondió: “No se puede culpar a Turquía de haber cometido un genocidio contra los armenios”. Tras dar su veredicto sobre el asunto, agregó: “Sobre la cuestión del genocidio, dejemos las discusiones a los historiadores y escuchemos lo que los historiadores tienen que decir. Esto no es parte de nuestra historia, lo puedo decir con mucha confianza y estamos listos para participar de cualquier discusión”.
“La respuesta es cínica por varios motivos, entre ellos la vigencia del artículo 301 del Código Penal, que bajo la figura de ‘denigrar la identidad turca’ ha permitido procesar y encarcelar a intelectuales, entre ellos historiadores, por hablar explícitamente del Genocidio Armenio”, respondió el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica tras conocerse la noticia.
Las Instituciones Armenias de la República Argentina (IARA), emitieron un comunicado días después en el que pidieron a la comunidad internacional “que no se deje llevar por estas declaraciones falaces”, ya que “esta actitud reiterativa negacionista atenta a la construcción de un mundo mejor, más justo y en paz”.
El lunes 26 de noviembre, días antes de su visita a Argentina, la comunidad armenia realizó una manifestación frente a la residencia de la embajadora turca, donde denunció que “Erdogan es el jefe de un Estado que mantiene una política estatal negacionista y de no reconocimiento del Genocidio Armenio perpetrado por el Estado turco entre 1915 y 1923”.
Semanas atrás, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica dio a conocer la campaña “Represión de exportación”, en la que advirtieron acerca de los antecedentes de la comitiva de seguridad de Erdogan en las giras previas por el continente americano. En años anteriores, sus guardias personales habían agredido a manifestantes en Estados Unidos, Chile y Ecuador.
Durante la cumbre, Erdogan mantuvo una reunión bilateral con el presidente Mauricio Macri con el foco puesto en fortalecer los vínculos comerciales. Durante el encuentro, del que participaron también el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Jorge Faurie, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, el presidente turco invitó a Macri a que viaje en 2019 a Estambul.
Finalizada la cumbre del G20, Erdogan partió a Paraguay por unas horas, donde se reunió con el presidente Mario Abdo y anunció la apertura de una embajada turca. El secretario general del Partido Democrático Progresista de Paraguay (PDP), Edgar Giménez, se manifestó por la visita del mandatario turco y recordó que su país había reconocido el Genocidio Armenio. “El pueblo paraguayo no puede ser indiferente a este episodio y sus consecuencias en un sentido humano universal y porque la historia tiene entre sus pendientes el reconocimiento del genocidio de los paraguayos ocurrido durante y después de la guerra contra la triple alianza”, sostuvo.
El último destino de su gira fue Venezuela, donde participó de un foro empresarial junto con el presidente Nicolás Maduro. Según destacó Infobae, en Caracas Erdogan prometió que Turquía iba a “cubrir la mayoría de las necesidades de Venezuela”.
El experto en política internacional, Carlos Romero, opinó en el diario El País que no había coincidencias ideológicas entre ambos líderes, pero sí tenían otros intereses comunes: “Venezuela está jugando con países que tienen dos característicasfundamentales: posiciones antioccidentales y carácter autoritario”.
En una conferencia de prensa conjunta con Maduro, Erdogan remarcó que “Venezuela ocupa una posición importante en nuestra política de apertura a América Latina. Estamos decididos a continuar nuestras relaciones con Venezuela, preservando el impulso logrado en los últimos dos años en las relaciones bilaterales”, según informó el sitio oficial del presidente. “La política de solidaridad con los oprimidos en todo el mundo, que fue iniciadapor primera vez por el presidente Chávez, ahora la mantiene mi preciado amigo Maduro. Como tal, Venezuela es hoy uno de los más fuertes partidarios de la causa palestina”, señaló.
También agradeció la decisión del Ministro de Educación de Venezuela de cerrar dos escuelas venezolanas del Movimiento Gülen, el movimiento dirigido por el clérigo islamista Fethullah Gülen, hoy exiliado en Estados Unidos y acusado de ser el líder de la organización terrorista que intentó un golpe de estado contra Erdogan en 2016.
Maduro, por su parte, le entregó a Erdogan la condecoración Orden de Libertadoras y Libertadores de Venezuela y una réplica de la espada de Simón Bolívar como obsequio “por su abnegado compromiso político y social con el pueblo turco y su incondicional solidaridad y respaldo al gobiernobolivariano”.
FUENTE: Prensa Armenia / Edición: Kurdistán América Latina