Estancamiento político en Irak: Sadr insta a sus legisladores a dimitir

No hay gobierno en Irak desde las elecciones generales de octubre. El destacado líder chiíta Moqtada Sadr ha pedido a sus 73 legisladores que preparen “sus cartas de dimisión”.

Las facciones políticas de Irak no han logrado forjar una mayoría para un nuevo gobierno desde las elecciones generales de octubre de 2021. El mayor ganador de las elecciones fue el movimiento Sadr, con 73 diputados.

Sin embargo, el rival Marco de Coordinación chiíta también quiere designar al primer ministro.

Aliado con las fuerzas suníes y el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), Sadr pretende eliminar la tradición de reparto de funciones en el gobierno que existe desde la caída de Sadam Husein en 2003.

El grupo sadrista ha intentado formar “un gobierno mayoritario” que deje a Marco de Coordinación en la oposición. Sin embargo, no lo ha conseguido.

El clérigo chiíta ha pedido a sus legisladores que preparen “sus cartas de dimisión” para el establecimiento de un nuevo gobierno. De este modo, ha allanado el camino para que Marco de Coordinación forme gobierno.

“Si la supervivencia del bloque sadrista es un obstáculo para la formación del gobierno, entonces todos los representantes del bloque están dispuestos a dimitir del Parlamento”, dijo Sadr en un discurso televisado.

Sadr ha pedido a sus legisladores que “escriban su dimisión”.

El clérigo chiíta dijo que sus legisladores “no le desobedecerán”, y añadió que “Irak necesita un gobierno apoyado por una mayoría que sirva al pueblo”.

El gobierno mayoritario del que habla Sadr incluye a su propio movimiento, a los legisladores suníes del partido del presidente del Parlamento, Mohammad Halbusi, y al KDP. Estos tres grupos constituyen la mayoría con 155 diputados en el Parlamento de 329 miembros.

El Marco de Coordinación rival atrae a legisladores de la Alianza Fatah, el brazo político del antiguo grupo paramilitar chiíta Hashd Al-Shaabi. Esta coalición cuenta con 83 legisladores.

Los legisladores iraquíes ya han fracasado tres veces en la elección de un nuevo presidente desde principios de año, debido a la imposibilidad de formar una mayoría absoluta en el Parlamento y a la falta de consenso. Según las leyes iraquíes, el primer paso es elegir un presidente para nombrar un primer ministro y formar el gobierno.

Todos los plazos establecidos por la Constitución han expirado. La disolución del parlamento y las reelecciones se consideran posibles movimientos para salir de este estancamiento político. Para ello, el parlamento debe ser disuelto por los propios legisladores.