El 15 de febrero de 1999, Abdullah Öcalan fue secuestrado de la embajada griega en Nairobi en Turquía. La operación de inteligencia involucró a Estados Unidos, Israel y Turquía. En los días siguientes, hubo protestas en las embajadas de todos los países involucrados, incluida la de Israel. Cuando miles de personas se reunieron para protestar frente a la embajada de Israel en Berlín el 17 de febrero, las fuerzas de seguridad israelíes abrieron fuego y mataron a Sema Alp, Mustafa Kurt, Ahmet Acar y Sinan Karakuş. Muchos más resultaron heridos.
El activista kurdo de larga data Ismail Parmaksız estuvo presente en el ataque. Habló con ANF sobre sus experiencias en ese momento.
"Solo estábamos allí para protestar"
"Entonces la policía nos rodeó y nos detuvo. A nuestros amigos les dispararon por la espalda frente a la puerta de la embajada. Las fuerzas de seguridad que salían del consulado dispararon indiscriminadamente. Allí nos mataron a cuatro y resultaron heridos decenas más. Ni siquiera pudimos acercarnos a los cuerpos de nuestros amigos que yacían en la nieve. Así fue entonces. La gente fue ametrallada, cuatro de nosotros fuimos asesinados. Muchos más amigos resultaron heridos", relató
"Ni siquiera se abrió una investigación"
Parmaksız continuó: “La policía se llevó a nuestros mártires. Al día siguiente, uno de los cuatro hombres que habían disparado contra el consulado israelí fue enviado a Finlandia y los otros tres inmediatamente a Israel, según recuerdo. Los perpetradores eran conocidos. No había legitimidad para sus acciones. Nadie atacó el consulado israelí. Fue un acto democrático normal. Fue una protesta. Estábamos en el jardín del consulado. Nos dolió mucho que los perpetradores fueran enviados apresuradamente a Israel y que no se llevó a cabo una investigación adecuada. Aún así, no desistimos de ella. Se contrataron abogados. Sin embargo, Israel y Alemania se negaron. Después de esta declaración, se cerraron los procedimientos. Estamos persiguiendo esta injusticia hasta el día de hoy. La familia de Sinan Karakuş no fue a , pero las familias de los otros tres mártires están allí. Continuaremos con los procedimientos".
"El pueblo kurdo debería estar orgulloso de sus mártires"
Parmaksız agregó lo siguiente sobre los mártires: “Los cuatro mártires eran personas sensibles a la cuestión kurda y participaron activamente en la lucha. Estuvieron presentes en cada acción. Eran personas con las que siempre estuvimos.
Estaba el amigo Sema Alp. Ella era una mujer joven. Estaban Ahmet Acar, Mustafa Kurt y Sinan Karakuş. Todos eran muy activos. Estaban comprometidos con la causa kurda. Siempre estaban al frente cuando se trataba de protestar contra la injusticia contra los kurdos. Mostraron su protesta democrática. Lo hicieron frente a todo el mundo. Fue una protesta espontánea y justificada. Eran amigos preciosos. Nunca los olvidaremos, nunca podremos olvidarlos. El pueblo kurdo debería estar orgulloso de ellos".