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Fuerzas ruandesas capturan la ciudad congoleña de Goma

La captura de Goma despierta temores de un conflicto regional más profundo mientras rebeldes respaldados por Ruanda empujan hacia el sur.

RDC

La captura de la ciudad congoleña de Goma, adonde huyeron la mayor parte de hutus durante el genocidio de Ruanda, esta semana por parte de rebeldes tutsis del Movimiento 23 de Marzo (M23) y tropas ruandesas, ha desencadenado una crisis humanitaria y diplomática que corre el riesgo de convertirse en un conflicto regional aún más profundo.

Al parecer, Ruanda ha estado suministrando equipo militar avanzado, incluidos misiles antiaéreos y bloqueadores de drones, lo que ha neutralizado a la pequeña fuerza aérea de la República Democrática del Congo (RDC) y la vigilancia de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), según informa The New Humanitarian.

En el centro de la crisis habría dos cuestiones estratégicas interrelacionadas: la integridad territorial y la gobernanza de la RDC y las preocupaciones políticas y de seguridad de Ruanda. El temor principal es que la expansión de la confrontación directa entre Ruanda y la RDC pueda conducir a una conflagración más amplia, que atraiga a más países vecinos, como sucedió durante la década de 1990 y principios de la década de 2000.

En consecuencia, se han creado vías diplomáticas paralelas. Una está bajo la Comunidad de África del Este (EAC) y se centra en el diálogo político interno. La otra, el proceso de Ruanda, está encomendada por la Unión Africana para mediar entre la RDC y Ruanda.

El presidente de la EAC, William Ruto, convocó una cumbre virtual el 29 de enero para discutir el empeoramiento de la situación de seguridad, a la que el presidente de la RDC, Felix Tshisekedi, no asistió. Aún así, la cumbre lo “instó firmemente” a entablar conversaciones directas con el M23.

Sin embargo, Tshisekedi se ha negado por el momento a hablar directamente con el M23, negando que tengan legitimidad política y caracterizándolos como “títeres” de Ruanda. Esta opinión es compartida por muchos congoleños, algunos de los cuales destrozaron las embajadas de Uganda, Kenia, Francia, Bélgica y los Estados Unidos en Kinshasa esta semana, acusando a sus gobiernos de apoyar al M23 o de no presionar a Ruanda para que se retire.

Fuente: The New Humanitarian.