Guatemala celebra elecciones presidenciales

La segunda vuelta de estas elecciones se realizará el 11 de agosto. Todo indica, que ante la similitud de los candidatos, poco cambiará en el país centroamericano.

Los resultados iniciales de la primera vuelta dan a la candidata Sandra Torres el primer puesto con un 25.2% de los votos mientras que Alejandro Giammatei sería el segundo con un 15.2% y Edmond Mulet el tercero con un 14.08%.

Los candidatos que pasan a la segunda vuelta no tienen una definición política clara de situar: Torres se define a sí misma como “socialdemócrata” mientras que tanto Giammatei como Mulet son descritos como conservadores por los medios.

En cualquier caso, los matices de sus propuestas no parecen particularmente relevantes y los tres son parte de la misma casta política, desacreditada por la corrupción, que hace que este país centroamericano sea considerado el típico modelo de ‘estado fallido’.

Según los estudios internacionales, Guatemala ocupa el 144 lugar en cuanto a la lucha contra la corrupción institucional, una percepción agravada por la expulsión el año pasado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), considerada un modelo a seguir en la lucha contra la corrupción a nivel regional. La expulsión de este organismo del país, realizada por el presidente saliente, el ‘apolítico’ humorista Jimmy Morales, estuvo relacionada con las acusaciones de corrupción hechas contra Morales y su entorno.

Además de la corrupción, otro problema importante en el país es la pobreza y la distribución desigual de la riqueza. Con una población de 18 millones de personas más del 60% de ellas pertenece a pueblos originarios.

Más de 8 millones de personas sufren de malnutrición y marginalización, y la tasa de analfabetismo es la segunda más alta en la región. Unas pocas familias concentran la tierra en sus manos y el país tiene una de las flotas de aviones y helicópteros privados más altas de América Central.

Guatemala es también el país líder en cuanto a minería a cielo abierto, con una importante presencia de empresas multinacionales que causan estragos medioambientales y costes sociales derivados de las prácticas intensivas de explotación.

La seguridad ciudadana es otro de los problemas más serios del país, y un problema en el que los candidatos parecen estar en gran medida de acuerdo en cuanto a las soluciones: medidas de control policial y represión, incluso barajando la peligrosa opción de  “sacar al ejército a la calle”, en un país que desde la década de 1960 hasta 1990 ha sufrido sangrientas dictaduras.

A pesar de que Guatemala es el segundo país de origen más habitual entre los emigrantes que van a EEUU a través de México, y a pesar de las continuas medidas de contención aplicadas por México y EEUU en esta materia, violando en muchos casos los derechos humanos, el asunto no ha ocupado un lugar importante en los debates electorales, quedando relegado a un segundo plano, a pesar de su gran impacto social.

Todo esto parece indicar que nada cambiará en los próximos 4 años gane quien gane en la segunda vuelta.