HDK sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania: “La solución es la solidaridad internacionalista”
El HDK llama la atención sobre las políticas bélicas de los Estados y afirma que una solución es posible a través de la solidaridad internacionalista.
El HDK llama la atención sobre las políticas bélicas de los Estados y afirma que una solución es posible a través de la solidaridad internacionalista.
El Comité Ejecutivo del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK) ha hecho una declaración sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
La declaración dice lo siguiente: “La guerra de Rusia contra Ucrania no es una guerra justa que se libra por la independencia y la unidad de los pueblos, sino una guerra injusta que libran las naciones por la soberanía, el dominio, el expansionismo y el colonialismo. Es una lucha militar, económica y política tras el colapso de la Unión Soviética, un conflicto que sigue vigente. A pesar de estar en bandos opuestos en los últimos acontecimientos, hemos visto una vez más que las potencias lideradas por los Estados Unidos, el Reino Unido y las fuerzas lideradas por Rusia y China se arriesgarían a una nueva guerra mundial para conseguir el dominio hegemónico en el mundo”.
‘Ni los intereses de Rusia ni los de Estados Unidos son sinceros’
La declaración incluye además las siguientes observaciones:
“Rechazamos las actitudes hostiles y de ocupación que se han producido en muchas partes del mundo en los últimos años, especialmente en Oriente Medio. Somos testigos de la incoherencia de los sistemas estatistas que hablan de derecho y paz cuando se trata de asuntos más allá de sus propias fronteras.
No creemos que el programa bélico de Rusia bajo el pretexto de una amenaza a la seguridad, ni los planteamientos de Estados Unidos, que se proclama apóstol de la democracia, sean sinceros. Si observamos lo que ha ocurrido en Irak, Afganistán, Libia y Siria en la historia reciente, podemos ver que las fuerzas que se oponen no son fundamentalmente diferentes.
‘Turquía es un país que apoya a terroristas’
Turquía no está exenta en este escenario: se le acusa de violar el derecho internacional en Chipre desde 1974. Del mismo modo, controla una amplia zona en el norte de Siria con sus unidades militares, construye numerosas bases militares en el norte de Irak, en el territorio del Kurdistán, y lleva a cabo ataques en varias partes de estos dos países. Y, además, protege a elementos del ISIS y de Al Nusra/Al Qaeda, que el mundo entero considera terroristas, en el territorio de Siria.
Una vez más, por no hablar de que puede servir como mediador entre Rusia y Ucrania, el régimen de Erdogan reveló su propia inconsistencia como el propietario del ‘Proyecto Canal de Estambul’, que en realidad anulará el acuerdo de Montreux y servirá para convertir el Mar Negro en una zona de guerra con sistemas de canales que allanarán el camino para que EE.UU. sea más fuerte en el Mar Negro.
Como resultado, las potencias imperialistas hegemónicas del mundo o las que se han convertido en potencias regionales compiten entre sí en romper abiertamente el derecho internacional. La anarquía ha sustituido al estado de derecho, la paz ha sido sustituida por la violencia, y el diálogo y la diplomacia han sido sustituidos por las amenazas de armas nucleares y de iniciar una guerra mundial, poniendo en peligro toda la vida en nuestro planeta y la existencia de los pueblos del mundo. Como resultado, los pueblos pagan el precio de la hegemonía política pro-capitalista de los gobiernos, como ocurre ahora en Ucrania. Además, las políticas bélicas son actores directos de un mundo inhabitable con la destrucción ecológica que generan y la realidad de los pueblos obligados a emigrar.
Ante esta realidad, subrayamos una vez más que estamos en la lucha de los pueblos del mundo por la paz, la justicia y la libertad contra las guerras y las ocupaciones impuestas por el orden de explotación capitalista e imperialista; creemos que la solución vendrá a través de la solidaridad internacionalista y la lucha común de los pueblos oprimidos”.