Varias provincias iraquíes que terminaron bajo el control de mercenarios del ISIS fueron testigos de grandes oleadas de personas desplazadas que se dirigían hacia el norte y el este de Siria para huir de la represión y la guerra.

La Administración Autónoma Democrática en el norte y el este de Siria acogió a los refugiados iraquíes y abrió campamentos para ellos, garantizando servicios y ayuda.

Tras la liberación de Irak de los mercenarios del ISIS, los refugiados quisieron volver a casa, pero el gobierno iraquí les negó este derecho, temiendo que, junto con los refugiados, pudiesen estar regresando a Irak integrantes del ISIS.

Una fuente del Ministerio de Derechos Humanos y Asuntos de los Refugiados iraquíes dijo a ANHA que el gobierno iraquí ha estado estudiando la situación de sus ciudadanos refugiados y que después de coordinar y comunicarse con la Administración Autónoma Democrática ha decidido abrir la frontera y permitir el regreso de sus ciudadanos.

La fuente confirmó que pronto emitirá un comunicado oficial para confirmar la decisión.