El mes de marzo marca el aniversario de las masacres en Halabja, Qamishlo, Gazi y Afrin. En vista de estos aniversarios, marzo no es solo un mes para celebrar el festival de resistencia de Newroz, sino también para recordar a las víctimas de los genocidios constantes que sufre el pueblo kurdo. El Congreso de Sociedades Democráticas Kurdas en Europa (KCDK-E) publicó la siguiente declaración en este contexto:
"Marzo es un mes de resistencia, pero también de masacres para el pueblo de Kurdistán. A lo largo de la historia, los colonialistas han intentado una y otra vez reprimir la lucha por la libertad y la igualdad en Kurdistán con una política de masacres y genocidio. Pero el pueblo kurdo ha defendido su lucha y valores con resistencia.
El dictador Saddam masacró a 5.000 personas en Halabja en 1988 con armas químicas como gas mostaza. El estado colonial turco perpetró la masacre de Gazi en Estambul el 12 de marzo de 1995. También un 12 de marzo, pero en 2004, el régimen sirio perpetró una masacre en Qamishlo y provocó un conflicto entre kurdos y árabes. Con la misma mentalidad y política de masacres, las tropas del fascismo AKP/MHP invadieron Afrin el 18 de marzo de 2018. Sin embargo, todas estas masacres, invasiones y ocupaciones no pudieron detener la lucha del pueblo kurdo por la libertad. En cambio, la ira y la determinación de luchar crecieron aún más.
Con la misma actitud y con el mismo objetivo, los ataques del estado turco contra Kurdistán se han vuelto aún más nefastos hoy. Los perpetradores de Halabja y Qamishlo han perdido y el estado turco también se encuentra en una de sus mayores crisis frente a la lucha de nuestro pueblo por la libertad.
La historia ha demostrado una vez más que las luchas por la democracia, la libertad y la igualdad no pueden ser detenidas por la represión y la violencia. No importa qué armas se utilicen, químicas, biológicas o convencionales, la lucha por la democracia y la libertad no puede detenerse con masacres y violencia.
En Halabja, la lucha de nuestro pueblo debió ser reprimida con armas químicas. Una mentalidad similar se puede ver hoy en Afrin, Shengal, Kurdistán del Sur, Makhmur y Kurdistán del Norte. Ya sean jóvenes o personas mayores, el pueblo y sus valores están bajo ataque. Así es como los regímenes tratan de mantener su poder.
Como KCDK-E, nuestro llamado está dirigido a todo el pueblo kurdo. Es nuestro deber moral oponernos a los ataques, las masacres y el genocidio sobre la base de la unidad nacional, extender la resistencia y garantizar el reclamo de nuestros mártires, la libertad de nuestro pueblo”.