El kurdo es el mayor pueblo del mundo sin Estado propio. El movimiento por la libertad liderado por Abdullah Öcalan abandonó hace décadas la idea de un Kurdistán independiente como Estado propio y, en su lugar, persigue el modelo de confederalismo democrático en el que los pueblos se organizan independientemente de las fronteras estatales. Sin embargo, la ausencia de un Estado propio también tiene considerables desventajas en el orden mundial etatista. Por ejemplo, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) afirma que sólo puede actuar a petición de un Estado miembro.
En una declaración en la que critica la inacción de la OPAQ, la KCDK-E, la organización que agrupa a las organizaciones kurdas en Europa, ha señalado: “Debido a que la OPAQ y sus Estados miembros permanecen en silencio, el régimen de Erdogan sigue matando a guerrilleros, guerrilleras y civiles en el Kurdistán con armas químicas. Aunque el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, ha admitido abiertamente que se han utilizado agentes prohibidos en los ataques en el norte de Irak, la OPAQ mantiene su silencio”.
Akar declaró públicamente que se utilizó gas lacrimógeno en la operación de febrero de 2021 en Gare. Aunque el gas lacrimógeno se utiliza en manifestaciones y con fines de contrainsurgencia, está explícitamente prohibido en conflictos militares, según la jurisprudencia internacional.
El comunicado de la KCDK-E continúa diciendo: “Según su propio estatuto, la OPAQ fue creada para prevenir el uso de armas químicas. 193 Estados son parte de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ). En un tuit del 19 de octubre, la OPAQ dijo que sólo podía actuar a petición de un Estado miembro. Esto significa dejar a los pueblos a merced de un Estado y aceptar la continuación sistemática de las masacres.
Sin embargo, sabemos por el pasado cercano que la OPAQ respondió a los indicios del uso de armas químicas en Duma y Ghouta y envió una delegación a Siria para investigar. Ignorar las peticiones de investigación en el Kurdistán es una falta de respeto hacia el pueblo kurdo, de 45 millones de personas.
La OPAQ debe aceptar de una vez la información proporcionada por el pueblo kurdo y la IPPNW como una denuncia y dar una respuesta positiva a estas peticiones. Debe enviar una delegación de investigación al Kurdistán y hacer todo lo necesario para que se investigue el uso de armas químicas.
Como kurdos y kurdas, seguiremos exigiendo con determinación nuestros derechos democráticos en las calles y a todos los niveles hasta que la OPAQ y sus Estados miembros actúen. Pedimos a la OPAQ que cumpla inmediatamente su mandato humanitario, legal y universal”.