El comunicado subraya que “en aquel genocidio, 182.000 kurdos —sobre todo mujeres y niños— fueron brutalmente asesinados. La Campaña de Anfal no fue solo un crimen genocida, sino también un feminicidio y un ecocidio. Una parte importante de la geografía del sur del Kurdistán, sus hábitats naturales, aldeas y caseríos fueron destruidos de tal forma que nunca volverán a ser habitados. Condenamos al régimen baasista de Saddam y la mentalidad y política que lo sustentaba por haber cometido este crimen de genocidio, feminicidio y ecocidio. Al mismo tiempo, nos inclinamos con respeto ante la memoria de quienes perdieron la vida en esta masacre y ofrecemos nuestras condolencias a sus familiares y a todo el pueblo kurdo”.
El comunicado añade: “La Campaña de Anfal es solo uno de los múltiples ataques genocidas que ha sufrido el pueblo kurdo en la historia reciente. La política y mentalidad que niegan la existencia y libertad del pueblo kurdo jamás han dudado en llevar a cabo genocidios y masacres como la de Anfal siempre que han tenido la oportunidad. Son los cálculos de interés de las fuerzas de la modernidad capitalista, que se materializaron en el Tratado de Lausana hace un siglo, así como los caracteres sexistas, nacionalistas, religiosos y fascistas de los Estados-nación de la región, los que han dado lugar a genocidios como el de Anfal. Por ello, tras la firma del Tratado de Lausana, se han cometido crímenes de genocidio contra el pueblo kurdo en las cuatro partes del Kurdistán. A las masacres de Dersim (hoy Tunceli) y Geliyê Zilan (actual Zilan Deresi) les siguieron las de Halabja, Shengal (Sinyar), la del cine de Amude, y más recientemente la del pueblo de Berxbotan en Kobane/Rojava”.
El comunicado continúa: “El pueblo kurdo ha librado grandes luchas y resistencias contra esta mentalidad y política genocida, cuya base se estableció con el Tratado de Lausana, y ha insistido en su existencia y en una vida libre, pagando un alto precio. Mientras la región se está rediseñando en este nuevo siglo, existen diversas conspiraciones y planes de las potencias regionales contra la existencia y libertad del pueblo kurdo. En este momento histórico, Rêber Apo [Abdullah Öcalan] ha hecho un llamado por una ‘Paz y Sociedad Democrática’, conocido como el Manifiesto del Siglo, con el objetivo de proteger al pueblo kurdo de nuevos genocidios, feminicidios y ecocidios como los de Anfal, Halabja y Shengal, y para determinar una nueva estrategia de lucha.
Como pueblo kurdo y como pueblos de la región, podemos evitar nuevas campañas como la de Anfal y garantizar la existencia y libertad del pueblo kurdo —y de todos los pueblos de la región— adoptando este llamado, luchando por la libertad física de Rêber Apo, asumiendo su llamado como paradigma de lucha y cumpliendo sus principios en todos los ámbitos de la vida. Sobre esta base, conmemoramos una vez más a los mártires de la Campaña de Anfal con respeto y reiteramos nuestro compromiso de honrar su memoria intensificando la lucha por la libertad y por una sociedad democrática”.