Kim Teresa A., miembro del ISIS, fue condenada a prisión en Fráncfort

El Tribunal Regional Superior de Fráncfort del Meno condenó a Kim Teresa A. por pertenencia a una organización terrorista extranjera a una pena de prisión de cuatro años.

El 5º Senado (Senado de la Seguridad del Estado [Staatsschutzsenat]) del Tribunal Regional Superior (OLG) de Fráncfort del Meno condenó el viernes a Kim Teresa A., de 32 años, a una pena de prisión de cuatro años por pertenencia a una organización terrorista extranjera (Estado Islámico, ISIS) en nueve casos, en seis de los cuales en coincidencia con crímenes de guerra contra la propiedad y otros derechos, y en dos de ellos en coincidencia con violaciones de la Ley de Control de Armas de Guerra. Además, el Senado ordenó que el acusado permaneciera en prisión preventiva.

En esencia, el Senado ha establecido los siguientes hechos:

El acusado pertenecía a la escena islamista-salafista en la zona del Rin-Meno, así como en la zona de Bonn/Solingen, a más tardar desde 2009. En junio de 2014 la acusada viajó a Siria a través de Turquía con Onur E., que se había casado con ella según los ritos islámicos. Allí se unieron al "ISIS" según su decisión tomada anteriormente en Alemania. Planeaban vivir en el territorio del "ISIS" y participar en la consolidación de las estructuras de dominación. Poco después de llegar a Siria, Onur E. completó el entrenamiento como combatiente del "ISIS", mientras que la acusada vivió inicialmente en un refugio para mujeres del "ISIS".

Tras completar su entrenamiento en agosto de 2014, Onur E. trabajó como combatiente del "ISIS" en varias localidades de Siria. La acusada vivió con él hasta junio de 2016 y le siguió a sus respectivos lugares de operación. En el proceso, ella apoyó sus operaciones de combate y le ayudó manteniendo la casa, manteniéndolo y cuidándolo en caso de enfermedad. Esto era lo que se esperaba de la esposa de un combatiente. Durante este tiempo, la pareja vivió de los servicios de la organización terrorista. Estos servicios incluían la protección frente a los enemigos y la provisión de alojamiento gratuito. En todos los casos, los refugios estaban ocupados por el "ISIS", por lo que sus residentes legales habían sido desalojados, encarcelados o asesinados. Además, ambos recibían del "ISIS" entre 80 y 100 dólares al mes. La mitad de la cantidad del "ISIS" estaba destinada expresamente a la acusada como remuneración por su trabajo como esposa de un combatiente. En dos casos, la acusada también poseía un fusil de asalto tipo Kalashnikov AK-47. Estas armas estaban siempre cargadas. Tras familiarizarse con su funcionamiento, la acusada quería defenderse a sí misma y al "ISIS" en caso de ataque.

Durante su estancia en Siria, la acusada dirigió dos grupos de chat en los que se glosaba la vida en el "califato". En uno de los grupos participaban también mujeres de Alemania que estaban pensando en abandonar el país para unirse al "ISIS". En el grupo de chat, estas mujeres recibían consejos prácticos para abandonar el país. La acusada pretendía evitar las críticas al "ISIS" y quería reforzar la organización con este comportamiento. Cuando la testigo Sabine S., que también había viajado desde Alemania para unirse al "ISIS", hizo comentarios críticos sobre la organización en un blog de Internet dirigido por ella, la acusada la denunció ante un "tribunal del ISIS". Al hacerlo, inició las investigaciones contra la testigo, tras lo cual esta abandonó su blog.

En la primavera de 2016, la situación en la zona del "ISIS" se volvió cada vez más peligrosa para la acusada debido al avance de las fuerzas opositoras. Por ello, la acusada decidió abandonar la zona del "ISIS". Aunque no había roto con las ideas islamistas, se enfrentó a un mayor peligro para su vida debido a su estancia en la zona de guerra. En 2016, su marido fue detenido bajo la sospecha de intentar separarse del "ISIS". A raíz de ello, la acusada entró en territorio sirio en poder del Ejército Sirio Libre (Freie Syrische Armee, FSA) con la ayuda del testigo Björn S. y de contrabandistas. Allí se alojó con una familia cercana al FSA. En otoño de 2020, la acusada huyó de Siria a Turquía con nueva ayuda de contrabandistas y regresó a Alemania el 2 de octubre de 2020. A su llegada fue detenida en el aeropuerto de Frankfurt.

Con esta conducta, la acusada ha cometido el delito penal de pertenencia a una organización terrorista extranjera en nueve casos, en seis de ellos en coincidencia con crímenes de guerra contra la propiedad y otros derechos (sección uno, párrafo 1, del Código Penal Internacional), y en dos de ellos en coincidencia con violaciones de la Ley de Control de Armas de Guerra.

En la medida en que el acusado fue acusado de otra violación de la Ley de Control de Armas de Guerra, el Senado limitó el enjuiciamiento a los delitos que dieron lugar a la condena de acuerdo con la sección 154 para. 2 del Código de Procedimiento Penal (StPO).

La decisión aún no es definitiva. La acusada, sus abogados defensores y el Fiscal General (Generalstaatsanwaltschaft) tienen, respectivamente, derecho a recurrir la sentencia ante el Tribunal Federal de Justicia (BGH).