Si piensas en vastos campos de lavanda con flores moradas, lo primero que te viene a la mente es la Provenza, en el sur de Francia. Pero no es así... Es Dersim donde se respira el fragante aroma de la lavanda, con su encantadora naturaleza... Las ricas montañas de Dersim, donde hay decenas de plantas endémicas, ofrecen una belleza diferente con el color púrpura y el aroma de la flor de lavanda.
El pueblo de Tekeli, donde vive Nadir Hozat en Çemişgezek, en Dersim, es uno de los lugares donde aparecen estos hermosos campos de lavanda.
Hozat, que empezó con 3.008 raíces de lavanda en su pueblo y acabó plantando 20.000, obtuvo su primera cosecha unos dos años después. Hozat quiere obtener beneficios económicos procesando la lavanda que plantó en el futuro, y animar a los aldeanos a que también planten lavanda.
'Empezó como un pasatiempo'
Hozat afirmó que empezaron a cultivar lavanda por afición: “Fue la primera prueba en nuestra ciudad y nuestro distrito. Ahora estamos obteniendo nuestros productos. Esto nos brinda mucha felicidad y placer. Seremos aún más felices si instalamos nuestra maquinaria y extraemos nuestro aceite nosotros mismos. También podremos dar trabajo a nuestros amigos del pueblo. Los jóvenes vienen aquí a trabajar cuando no tienen trabajo, lo que supone una pequeña fuente de sustento para ellos.
Por desgracia, la agricultura en el país ha llegado a su fin. Mi esperanza es que otros amigos del pueblo también planten lavanda...”
‘Hay mucho interés’
Hozat contó que la lavanda despertó gran interés entre los fotógrafos y los viajeros y añadió: “La lavanda es una flor muy hermosa. Plantar sus plántulas y desbrozarlas proporciona un placer y una paz diferentes.
La lavanda también proporciona una imagen muy bella. También atrae la atención de los amantes de la fotografía. La lavanda, muy popular en perfumería y cosmética, se utiliza también en la fabricación de jabones, en la industria farmacéutica y en la aromaterapia”.
‘También una labor de las mujeres’
Expresando su apoyo al cultivo de la lavanda, Meliha Kolan dijo que el cultivo de lavanda es el ámbito en el que menos se explota la mano de obra femenina y que hay que animar a las mujeres en este sentido. "Las dificultades a las que se enfrenta el país son evidentes. Espero que los que emigraron a las grandes ciudades vuelvan a sus pueblos y vean en la plantación de lavanda, la agricultura y la ganadería una salida a la crisis”, agregó.