La situación humanitaria es particularmente delicada en la comunidad de Santa Lucía donde 12 ex guerrilleros que se encontraban en proceso de reinserción han sido asesinados.

“El gobierno no puede seguir ocultando este plan de exterminio contra del proceso de paz. Acudimos a los funerales de nuestros amigos cada tres días”, ha dicho un residente que ha explicado que la presencia del ejército es notoria en la zona.

“Aunque hay muchos militares y policías, los ex guerrilleros son asesinados. No han podido evitar este derramamiento de sangre”, ha denunciado Omar Restrepo, representante de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

Entre las distintas acciones contra el proceso de paz se encontraría el ataque al pastor Alape, delegado de la FARC en el Consejo de Reincorporación Nacional (CNR). El jueves por la mañana, el Asesor de Estabilización y Consolidación del Presidente Ivan Duque, Emilio Archila, confirmó este ataque.

Desde la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto entre el gobierno colombiano y las FARC el 24 de noviembre de 2016, 185 ex guerrilleros han sido asesinados.

Organizaciones sociales de Antioquia han exigido al gobierno colombiano medidas urgentes y eficientes para proteger a sus líderes, quienes también son asesinados a diario, y las vidas de todos los signatarios del Acuerdo de Paz.

También han pedido a la comunidad internacional, a la Comisión de Paz del Congreso y a los principales medios de comunicación que presionen a la administración de Duque para que ponga en marcha acciones eficaces destinadas a defender la paz.