El líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, sigue en total aislamiento en la isla carcelaria de Imrali. Los presos políticos de Turquía y el Kurdistán han iniciado una huelga de hambre indefinida y alternativa el 27 de noviembre para exigir el fin del aislamiento, así como el fin de las violaciones en las prisiones.

La huelga de hambre ha sido asumida por el octavo grupo de prisioneros y ha entrado en su 40º día.

Las autoridades de las prisiones y el Ministerio de Justicia, lejos de satisfacer las demandas de los presos, les han impuesto castigos debido a su acción democrática.

Se ha informado de que en muchas prisiones se han hecho redadas de vez en cuando y se ha golpeado a los presos.

El Comité de Seguimiento de la Huelga de Hambre hizo una declaración recientemente, diciendo: "Si no queremos ver muertes en las cárceles, tenemos que despertar la reacción social".