La activista kurda Warisha Moradi, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR), se encuentra bajo custodia iraní desde agosto del año pasado y actualmente se encuentra recluida en la sección de mujeres de la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán. La semana pasada, un tribunal la condenó a muerte por "rebelión armada contra el Estado". El motivo de la sentencia esgrimido es su pertenencia a la KJAR, la organización paraguas del movimiento de mujeres kurdas en el Kurdistán Oriental e Irán. Los abogados de Moradi han apelado contra la sentencia de muerte.
La Región de África del Norte y Medio Oriente de la Marcha Mundial de Mujeres emitió una declaración condenando la sentencia de muerte contra la activista kurda, que incluye lo siguiente:
“En muchos países del mundo, las mujeres sufren la violencia organizada que los regímenes autoritarios llevan a cabo sistemáticamente para consolidar su poder silenciando las voces libres y aplastando la voluntad popular. La violencia contra las mujeres en esos países no es simplemente una herramienta de opresión, sino una política de intimidación destinada a sofocar las demandas de libertad y justicia y a quebrar la determinación de quienes aspiran al cambio.
La región de África del Norte y Oriente Medio de la Marcha Mundial de las Mujeres condena enérgicamente la injusta sentencia de muerte dictada contra la activista kurda Warisha Moradi, que ha sido sometida a las formas más severas de tortura psicológica y física desde que fue detenida en agosto de 2023 por el régimen iraní tras participar en el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad”. El caso de Warisha no es un caso aislado; forma parte de una campaña sistemática dirigida contra las mujeres que se resisten a los regímenes opresores. Esta sentencia de muerte es una manifestación del genocidio contra las mujeres activistas que buscan la justicia y la igualdad.
Para recordar, Warisha Moradi es una valiente activista feminista en el campo de la defensa de los derechos de las mujeres, que Irán considera una amenaza para su opresivo régimen islámico.
La escalada de opresión en Irán y el Kurdistán es un intento desesperado de silenciar las voces de las mujeres y quebrar su libre albedrío en su lucha por la libertad y la dignidad, consolidando sistemas injustos que se manifiestan en la intimidación de las mujeres y la destrucción de sus esperanzas de un futuro mejor. A través de los juicios de Warisha Moradi, Bekhsan Azizi, Sharifa Mohammadi y otras valientes activistas, se está enviando un mensaje de intimidación a todas las mujeres que se oponen a la represión y buscan la libertad.
Nosotras, la región del Norte de África y Medio Oriente de la Marcha Mundial de Mujeres, afirmamos la necesidad de movilizar movimientos que apoyen los derechos y las libertades en todo el mundo para exigir cuentas al régimen iraní por sus continuas violaciones de los derechos humanos y apoyamos nuestra legítima demanda de revocar estas injustas sentencias de muerte contra activistas detenidos y detener la violencia sistemática contra ellos.
También hacemos un llamamiento a todas las organizaciones de derechos humanos y de mujeres del mundo para que intensifiquen la presión para la liberación inmediata de todas las mujeres detenidas en Irán y el Kurdistán y para que pongan fin a todas las formas de persecución contra ellas.
Creemos que la lucha de las mujeres es la base para lograr un cambio radical y que la liberación de las mujeres es la clave para construir sociedades libres y justas donde se respeten los derechos humanos y se salvaguarde la dignidad individual.
El papel de las mujeres en todo el mundo, especialmente en Irán y el Kurdistán, es esencial en la lucha de la humanidad por liberarse de los regímenes opresores. Ellas resisten con valentía la injusticia y se enfrentan a los intentos de silenciar sus voces y destruir su voluntad.
En este momento histórico, en el que surgió la revolución "Mujer, Vida, Libertad" en Kurdistán e Irán, reafirmamos que no cejaremos en nuestro apoyo a las mujeres que resisten en todas partes. No permitiremos que ningún régimen represivo silencie sus voces ni aplaste su espíritu. Seguiremos luchando por su derecho a vivir en libertad y dignidad y no nos detendremos hasta que prevalezca la justicia y se acabe la opresión que pesa sobre las mujeres.
En este contexto, llamamos la atención con preocupación y condenamos la brutal violencia que sufren las mujeres en las zonas de conflicto y ocupación del norte de África y Oriente Medio, donde se destruyen las vidas de mujeres y niños inocentes, que pagan un alto precio por la opresión y la ruina. En lugares como Palestina, Yemen, Sudán, Líbano, así como Libia y Afganistán, se cometen las peores violaciones contra las mujeres, cuyas vidas y derechos son continuamente atacados mediante métodos bárbaros y represivos destinados a aplastar su voluntad y quebrar sus aspiraciones a una vida libre y digna.
“Nosotras, la región del Norte de África y Oriente Medio de la Marcha Mundial de las Mujeres, denunciamos estas políticas que manipulan el destino de las mujeres y los niños, convirtiéndolos en combustible para guerras y conflictos. Seguiremos luchando para detener estos crímenes, proteger los derechos de las mujeres y oponernos a cualquiera que intente apagar la voz de las mujeres libres”.