Según se informa, la activista kurda Warisha Moradi, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) encarcelada en Irán, sufre graves problemas de salud debido a las torturas sufridas. Según los informes, no la han derivado al hospital con el argumento de que "no se le permite salir de la prisión".

Se informó que Warisha Moradi, quien fue sometida a presiones en prisión, no pudo beneficiarse de ningún derecho, especialmente el derecho a la salud, después de que se le dictara una sentencia de muerte.

Aunque la administración de la prisión declaró que Moradi sería trasladada a un hospital fuera de la prisión a su propio costo, esta decisión no se cumplió después de dictarse la sentencia de muerte.

Warisha Moradi se encuentra bajo custodia iraní desde agosto del año pasado y actualmente se encuentra recluida en la sección de mujeres de la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán. La semana pasada, un tribunal la condenó a muerte por "rebelión armada contra el Estado". El motivo de la sentencia es que la mujer kurda de 38 años es miembro de KJAR, la organización que agrupa al movimiento de mujeres kurdas en el Kurdistán Oriental e Irán. Los abogados de Moradi han apelado contra la sentencia de muerte.