Miembros de la Asamblea de Madres por la Paz en Amed protestaron por la sentencia de muerte contra la activista kurda Warisha Moradi, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) encarcelada en Irán.
“Las mujeres son vida. La vida es resistencia y la resistencia es Warisha”, afirmó Mürvet Demir en la reunión celebrada el viernes frente a la sede de las Madres de la Paz en el distrito central de Bağlar.
“Condenamos enérgicamente al régimen iraní y le pedimos que revierta la decisión contra Warisha Moradi y que detenga de forma permanente sus ejecuciones. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que trabaje por la abolición mundial de la pena de muerte”, añadió Demir.
Warisha Moradi se encuentra bajo custodia iraní desde agosto del año pasado y actualmente se encuentra recluida en la sección de mujeres de la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán. La semana pasada, un tribunal la condenó a muerte por "rebelión armada contra el Estado". El motivo de la sentencia es que la mujer kurda de 38 años es miembro de KJAR, la organización que agrupa al movimiento de mujeres kurdas en el Kurdistán Oriental e Irán. Los abogados de Moradi han apelado contra la sentencia de muerte.
Las Madres de la Paz también protestaron contra el nombramiento de fideicomisarios en los municipios de Batman, Mardin y Halfeti y la destitución de los co-alcaldes elegidos democráticamente el 4 de noviembre. “No renunciaremos a nuestra voluntad y seguiremos luchando por la destitución de los síndicos de nuestras ciudades. No permitiremos que nos usurpen el derecho a votar”, afirmó Demir.