La organización vasca Askapena se solidariza con el HDP ante el juicio de Kobane
La solidaridad internacional de la organización internacionalista vasca Askapena se posiciona contra el intento de ilegalización del HDP
La solidaridad internacional de la organización internacionalista vasca Askapena se posiciona contra el intento de ilegalización del HDP
108 políticos, entre los que se encuentran los ex copresidentes del HDP Figen Yüksekdağ y Selahattin Demirtaş y los miembros del Comité Ejecutivo Central del HDP, son juzgados en el llamado "Caso Kobane". La primera vista comenzará el lunes en Ankara, la capital turca.
La organización política vasca Askapena ha emitido un comunicado en el que expresa su solidaridad con el HDP antes de que comience mañana el 'juicio Kobane'.
El texto completo de la declaración de la organización vasca es el siguiente::
"El 26 de abril comenzará el proceso judicial de ilegalización del HDP (Partido Democrático de los Pueblos) en el Tribunal Constitucional de Turquía, en Ankara. El objetivo de esta medida es silenciar el movimiento de liberación del Kurdistán del Norte (Bakur) y la expresión institucional de la plataforma política que engloba a los sectores de izquierda y revolucionarios de Turquía.
El procedimiento fue iniciado en marzo por la Fiscalía turca. Varios medios de comunicación europeos, además de denunciar el procedimiento, señalaron que el Estado cumplía con las exigencias de la extrema derecha. Pero el problema va más allá del fascismo de la extrema derecha, ya que el Estado turco ha seguido la pista de una brutal represión contra el HDP desde su creación en 2012, y especialmente desde 2015, cuando el Estado suspendió las conversaciones de paz.
Ese año, el HDP obtuvo el 13% de los votos en las elecciones generales de julio, llevando por primera vez a un partido prokurdo al Congreso turco. En respuesta a la actitud del Estado, más de 100 municipios kurdos exigieron la autonomía y pusieron los presupuestos municipales en beneficio del pueblo, dejando al Estado en la estacada. Al amparo de esta autonomía, se puso en práctica un enorme desarrollo del Confederalismo Democrático teorizado por el Movimiento de Liberación del Kurdistán: se multiplicaron enormemente las cooperativas, se dieron pasos importantes en la liberación de la mujer (creación de organizaciones para la protección de las mujeres maltratadas, proliferación de las academias Jineoloji...), se promovió la lengua y la cultura kurdas, se ampliaron los espacios para la organización de la juventud... En definitiva, se habilitaron los mecanismos para responder a las necesidades del pueblo.
Frente a esto, la respuesta del Estado turco fue aterradora, el ejército y la policía turcos asesinaron a miles y miles de ciudadanos; casi hicieron desaparecer todos los pueblos, asedios, toques de queda, redadas... Hubo fuertes enfrentamientos en las calles de los pueblos de Bakur, los jóvenes organizaron la guerrilla popular YPS en defensa de la llamada autonomía... Hubo protestas masivas.
Sin embargo, en 2016 el Estado se hizo cargo de los municipios y se establecieron directores nombrados directamente por Ankara. En 2018, 26.000 miembros del HDP fueron encarcelados y aumentó la persecución contra el partido y contra el Movimiento de Liberación del Kurdistán en general.
Hasta ahora, la pertenencia o el apoyo al PKK era el principal argumento para detener y encarcelar a los militantes kurdos, pero esta vez el principal argumento que esgrime la Fiscalía contra el HDP es precisamente el hecho de cuestionar la unidad turca y atacar el orden constitucional. Otro argumento que utiliza es haber organizado protestas cuando el Estado Islámico asedió Kobane (Rojava, Kurdistán occidental), acusando al Estado turco de no hacer nada ante ese asedio y, por tanto, de ser cómplice del ISIS.
El pueblo kurdo y diversas facciones de izquierda llevaron a cabo manifestaciones de solidaridad más allá de las fronteras, lo que supuso un enorme terremoto para la unidad de Turquía. El pueblo kurdo revolucionario y las facciones de izquierda salieron a la calle en solidaridad con sus compatriotas en respuesta a un ataque contra los hermanos kurdos vecinos.
Este último intento de ilegalizar el HDP es precisamente uno más en la sucesión de ataques contra el pueblo kurdo; el enésimo paso del Estado turco para mantener su hegemonía. Turquía tiene una intención clara: ser el guardián de su zona geográfica. Y las potencias imperialistas saben que la fuerza de Turquía es grande, que deben acatarla en gran medida. En base a este propósito, en los últimos años hemos visto cómo ha cuestionado la alianza en la OTAN para un posible acercamiento a Rusia, y hemos visto, además, que ha hecho todo esto causando un mayor coste a su entorno (EEUU, Rusia...) que a sí misma. El capitalismo necesita a Turquía para controlar sus riquezas y materias primas, lo cual es evidente, y mientras tanto la represión de los pueblos continúa con la ayuda del silencio internacional.
Entender la ilegalización del HDP aislada del contexto anterior y ceñirse sólo a esta denuncia es ser cómplice de la opresión del pueblo kurdo. Una vez más se ha atacado el proceso de liberación de los kurdos; en este caso, uno de los instrumentos creados por ellos para conseguir su libertad. Desde Askapena tenemos claro que, como en tantas otras ocasiones, el pueblo kurdo conseguirá crear nuevos instrumentos y vías para avanzar en la lucha por la libertad. Ahora, mientras denunciamos el proceso de ilegalización del HDP, les acompañaremos en ese camino hacia la liberación completa."
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