El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los ataques con misiles iraníes a las fuerzas de EE.UU. y de la coalición en Irak. "La OTAN pide a Irán que se abstenga de más violencia. Los aliados continúan celebrando consultas y siguen comprometidos con nuestra misión de entrenamiento en Iraq", decía un tweet de Stoltenberg.

Irán ha atacado dos bases militares en Irak utilizadas por las tropas estadounidenses como represalia por el asesinato selectivo del general Qassem Soleimani. La base aérea Ain al-Assad, al oeste de Bagdad, y una base en la ciudad de Hewlêr (Erbil), en el sur de Kurdistán, fueron afectadas, según declaró el Ministerio de Defensa estadounidense el miércoles por la noche. Sólo en la base de Ain al-Assad se dispararon decenas de misiles balísticos.

En una declaración en la televisión estatal iraní, los Guardias Revolucionarios iraníes llamaron a EEUU a retirar sus tropas de la región. "Ahora que han reconocido nuestro poder, es hora de que Estados Unidos retire sus tropas de Oriente Medio", dijo el jefe del Estado Mayor iraní, Mohammad Bakri.

En una primera declaración oficial, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammed Jawad Zarif, describió el disparo del misil como un "acto proporcionado y legal de autodefensa". En Twitter, Zarif escribió: "No buscamos una escalada o una guerra, pero nos defenderemos contra cualquier agresión".