Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, presentó esta semana al Colegio de Comisarios Europeos su "brújula estratégica", una redefinición de la amenaza a la que se enfrenta la Unión y una lista de recomendaciones para responder como potencia. En el centro de la noticia está la crisis en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, que es objeto de un Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE el lunes en Bruselas.
Josep Borrell, anunció en una entrevista con el diario dominical (JDD) publicada el domingo 14 de noviembre, que el lunes se adoptarán en Bruselas nuevas sanciones contra Bielorrusia, acusada de instrumentalizar la cuestión de los migrantes en la frontera con Polonia.
Preguntado por la decisión que tomará el lunes el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE, Borrell dijo: "Daremos luz verde a la ampliación del marco legal de nuestras sanciones contra Bielorrusia para que se aplique a todos los implicados en el tráfico de migrantes hacia ese país, por ejemplo las compañías aéreas o las agencias de viajes implicadas, prohibiendo a sus dirigentes viajar y congelando sus activos en Europa."
Josep Borrell también afirmó que la Unión Europea sigue "rechazando toda legitimidad a este régimen, ya que no reconocemos al Presidente Lukashenko como legítimamente elegido. Pero eso no significa que el diálogo esté roto". "El diálogo nunca es perjudicial. Pero seguimos negando la legitimidad del régimen de Lukashenko", añadió.
Ante la amenaza de instrumentalización de los flujos migratorios, Josep Borrell dirigió su proyecto de "brújula estratégica" a los 27 miembros. Europa debe "dejar de ser hipócrita", dijo Borrell y continuó: "Es evidente que existe una amenaza rusa, si no, no tendríamos tropas desplegadas en los países bálticos". Esta "brújula estratégica", quiero que sea un catalizador de acciones para proteger a Europa de todas las amenazas. Europa está en peligro y los europeos no se dan cuenta".