Las protestas y la represión del régimen continúan en Irán y Kurdistán Oriental

La represión del estado iraní contra mujeres, manifestantes y periodistas está creciendo. A pesar del aumento en el número de sentencias de muerte, las marchas continúan.

En diferentes ciudades de Rojhilat (este de Kurdistán) e Irán, la gente continúa las protestas antigubernamentales colgando pancartas y gritando consignas desde sus casas.

En la ciudad de Sine, en Kurdistán Oriental, numerosos manifestantes acudieron ayer al Monte Awyar para protestar por las sentencias de muerte impuestas a las y los manifestantes.

La Institución Judicial iraní anunció ayer que tres activistas fueron condenados a muerte en la ciudad de Nawşahir, en el norte de Irán. Un total de 112 manifestantes han sido condenados a muerte hasta el momento. Cuatro de ellos ya han sido ejecutados.

Mientras muchas personas reciben fuertes penas, la ola de arrestos y detenciones continúa. Muchas personas que protestaban fueron detenidas ayer en las ciudades de Jawanroud, Diwandara y Sine (Sanandaj).

Estas tres ciudades de Kurdistán Oriental son el epicentro de las protestas que se han producido durante los últimos cuatro meses. Se ha desplegado un buen número de soldados en las calles de Jawanroud en particular.

Tras un discurso del líder supremo de la República Islámica de Irán, Ali Hamneyi, ha aumentado la presión sobre las mujeres, mientras las autoridades siguen insistiendo en la ley del velo obligatorio. El fiscal jefe iraní, Abdulsamed Xuremabadi, declaró: "Quitarse el velo es claramente un delito y quienes lo hagan serán sentenciados a entre 10 días y 2 meses de prisión junto con una multa monetaria. Quienes animen a las mujeres a quitarse el velo pueden ser sentenciados a hasta a 10 años de prisión”.

Estado de Irán arrestó a 74 periodistas

74 periodistas han sido arrestados desde el comienzo del levantamiento en Irán y Kurdistán Oriental. Las y los trabajadores de prensa arrestados se encuentran recluidos en las prisiones en las condiciones más severas.

Nilüfer Hamidi e Ilahe Mihemidi estuvieron entre las primeras periodistas en ser arrestadas al comienzo de las protestas. Una fue arrestada por informar sobre el asesinato de Mahsa Amini en el hospital y la otra por informar sobre el entierro de Amini. Ambas mujeres periodistas se encuentran recluidas en prisiones iraníes, aunque no se ha tomado ninguna decisión judicial contra ellas.

Justo después de su detención, las autoridades iraníes acusaron a las dos periodistas de espiar. El 28 de octubre de 2022, el Ministerio de Inteligencia iraní (Itlaat) y el Cuerpo de la Guardia iraní hicieron una declaración conjunta, acusandolas de espionaje, alegando que fueron entrenadas por agencias de inteligencia extranjeras. Según Reporteros sin Fronteras, es probable que las dos periodistas sean condenadas a muerte por estos cargos.

El 5 de enero, el editor del periódico Itimad, Mehdi Beik, fue detenido por las fuerzas de Itlaat. Beik fue arrestado una semana después de la publicación de su entrevista con los familiares de los detenidos durante las protestas en Irán y Kurdistán Oriental.

Según la agencia de noticias Feraz, al menos 73 periodistas han sido detenidos por las fuerzas iraníes desde el comienzo de las protestas en Irán y Kurdistán Oriental. Tras el arresto del periodista Beik, este número aumentó a 74.

Muchos de las y los periodistas siguen en prisión.