En una conferencia de prensa un día después de que Rusia lanzara una operación militar en Ucrania, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, declaró que “si las fuerzas del ejército ucraniano responden a nuestro llamado y deponen las armas, estamos listos para negociar en cualquier momento”.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia afirmó que el objetivo de Rusia es “liberar a los ucranianos”. Sin embargo, los expertos dicen que Rusia tiene la intención de derrocar al gobierno actual.

“El presidente (Vladimir) Putin ha decidido anunciar esta operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania y cuando los ucranianos se deshagan de la opresión, podrán moldear libremente su futuro”, indicó Lavrov.

Lavrov argumentó que Rusia no estaba invadiendo Ucrania. “El propósito de la operación es claro: desarme y desnazificación”, agregó.

El ejército ruso anunció que había destruido 74 instalaciones militares, 11 de las cuales eran dominios aéreos y 18 sistemas de radar de defensa aérea el primer día de la guerra.

Según funcionarios ucranianos y fuentes militares occidentales, las fuerzas rusas avanzan hacia la capital, Kiev, por tierra. Las explosiones se escucharon durante toda la noche en la capital.

El ejército ucraniano escribió en su página de Facebook que las tropas rusas avanzaban hacia Kiev desde el noreste y el este. Las fuerzas rusas también tomaron el control de Chernóbil, donde en 1986 tuvo lugar el peor desastre nuclear de la historia.

El Kremlin anunció que respondería “simétrica o asimétricamente” a las sanciones occidentales contra el país.

Mientras tanto, más de 1800 activistas fueron detenidos durante las protestas contra la guerra en Rusia, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.