Todos los convenios internacionales estipulan la necesidad de defender los derechos humanos de las personas en su tierra natal, especialmente la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales de 1989, la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La propiedad de la tierra es un derecho fundamental garantizado por estos convenios, y está relacionado con los derechos de los pueblos indígenas en cuanto a la importancia de la tierra y su relación con la identidad y la existencia de las sociedades. Este derecho sagrado se encuentra en manos de las conocidas entidades dirigidas por Turquía en Siria, que persiguen públicamente el asentamiento de un millón de personas sirias, que habían buscado refugio en Turquía, en enclaves predominantemente kurdos bajo el control de las fuerzas turcas y sus apoderados a lo largo de la franja fronteriza entre Siria y Turquía en las provincias de Alepo, Al-Hasakah y Al-Raqqah, ante la vergonzosa inacción de la comunidad internacional.

Estos esfuerzos forman parte de un malvado complot para avivar el conflicto, encender la guerra civil en esa región, cambiar su demografía y borrar su identidad cultural e histórica con el objetivo de exterminar a ese pilar de la sociedad siria, los kurdos, que siempre han expresado su disposición a vivir con todos los segmentos de la sociedad siria en un marco de respeto y tolerancia, y lejos de la violencia, la fuerza y la coacción. Adoptando una política tan perversa, Turquía está llevando a cabo su plan ordenado y sistemático de cambio demográfico con el pretexto del llamado «retorno voluntario».

Desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSHR), vemos que la preparación por parte de Turquía del proyecto de «retorno voluntario» de un millón de personas sirias, según el cual estos refugiados sirios en Turquía se asentarán en esa región controlada por las fuerzas turcas y sus facciones en el norte de Siria, conlleva graves e inoportunas repercusiones que pueden llevar a encender los conflictos en esa zona, y pueden golpear todo el territorio sirio. El presidente turco afirma que esas zonas se han vuelto «seguras» tras las operaciones militares lanzadas por las fuerzas turcas en Siria en 2016, 2018 y 2019. Sin embargo, los acontecimientos sobre el terreno y las violaciones diarias, que se han cometido desde el primer día de la invasión turca en Siria y que han sido documentadas por el SOHR y otras organizaciones de derechos humanos, son una prueba contundente de que estas zonas se han convertido en un caldo de cultivo de asesinatos, saqueos, humillaciones y caos de seguridad. Irónicamente, los oficiales y soldados turcos supervisan estas violaciones que se han cometido a la vista de todas las potencias internacionales y regionales.

Estas violaciones no se han limitado al desplazamiento forzoso, la toma de tierras civiles, la incautación de cultivos y olivos y los cortes de agua, ya que las fuerzas turcas y el «Ejército Libre» han vendido bienes inmuebles civiles, han talado árboles y han secuestrado a civiles como parte de un plan sistemático para intimidar y aterrorizar a los habitantes kurdos autóctonos y obligarlos a abandonar la región.

Con la ayuda de sus mercenarios, Turquía ha seguido estableciendo asentamientos aleatorios en el territorio sirio, así como la turquificación mediante el cambio de los nombres de las escuelas e institutos a nombres turcos, violando la identidad de la región del noroeste de Siria.

Las violaciones también incluyen la búsqueda de tesoros enterrados, artefactos y antigüedades en yacimientos arqueológicos en los que los milicianos respaldados por Turquía utilizaron excavadoras pesadas y máquinas de movimiento de tierras para excavar estos yacimientos, saboteando el patrimonio histórico de Siria. Estas prácticas forman parte de los esfuerzos por allanar el camino para anexionar esa región al territorio turco.

En los primeros cuatro meses de 2022, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó decenas de violaciones, crímenes y acontecimientos violentos en las zonas controladas por las fuerzas turcas y sus facciones proxy (zonas de las operaciones ‘Escudo del Éufrates’ y sus alrededores, ‘Primavera de la Paz’ y ‘Rama de Olivo’). Lo más destacado de estos hechos fue la muerte de 121 personas en actos de violencia, que son los siguientes:

• 68 civiles: 54 hombres, 11 niños y tres mujeres.

• 59 combatientes.

• 6 soldados turcos.

• 2 terroristas suicidas.

Durante el mismo periodo, el primer cuatrimestre de 2022, el SOHR también documentó las siguientes violaciones y acontecimientos:

• 238 civiles y combatientes resultaron heridos en actos de violencia.

• 52 enfrentamientos entre facciones, familias y tribus y ataques armados.

• 30 explosiones, incluyendo explosiones de artefactos explosivos improvisados y ataques con bombas.

• 320 detenciones arbitrarias y secuestros de civiles, entre ellos dos mujeres y tres niños.

En consecuencia, le pedimos lo siguiente:

• Hacer que Turquía y sus mercenarios rindan cuentas por las violaciones y crímenes que han cometido en el norte de Siria.

• Llevar ante la justicia a todos los criminales, a los autores de las violaciones y a todos los que ayudaron e instigaron la humillación y los crímenes contra la humanidad en la región del norte de Siria.

• Abstenerse de financiar el proyecto de Erdogan denominado «retorno voluntario» y no darle cobertura legal, para que la región pueda evitar una posible guerra civil, especialmente porque este proyecto contribuye a potenciar el cambio demográfico nacional sistemático en estas zonas.

• Aplazar el retorno voluntario de los ciudadanos sirios hasta que se resuelva la situación en Siria, para que ninguno de los retornados sea perseguido por el régimen sirio.

• Garantizar un entorno seguro para el retorno de los civiles, lo que incluye asegurar la residencia y asegurarse de que los retornados disfrutarán de un nivel de vida decente.

Nosotros, los firmantes, afirmamos que:

• La región del norte de Siria aún no es segura para recibir a los civiles sirios, ya que se documentan diariamente asesinatos y conflictos y rivalidades entre las facciones respaldadas por Turquía.

• Un retorno voluntario debe ir acompañado de la rehabilitación de las infraestructuras de la región, especialmente de las escuelas y los hospitales.

• Se debe proporcionar rehabilitación, apoyo psicológico y eventos de formación.

• Es necesario que los fondos nacionales e internacionales concedan ayudas para garantizar un entorno adecuado.

Estas son las normas básicas de una vida digna para una parte del pueblo sirio que ya ha tenido que lidiar con las repercusiones del desplazamiento y las flagrantes violaciones durante la prolongada guerra de Siria, que lleva más de una década. Por último, esperamos que se ponga fin a la difícil situación de los sirios y a todas las prácticas mencionadas, que violan la dignidad y todos los derechos humanos adoptados por todas las convenciones internacionales.

Firmantes:

1- Syrian Observatory for Human Rights (SOHR)

2- The Kurdish Legal Commission (DYK)

3- Ezdina Foundation

4- Adel Center for Human Rights

5- Lekolin Center for Legal Studies and Research – Germany

6- Society for Threatened Peoples – Germany

7- Mahabad Organization for Human Rights M. O. H. R.

8- Yazidi Union of Syria (YES)

9- German-Kurdish Forum

10- Human Rights Organization – Afrin Syria

11- Kurdish Civil Society in Europe

12- Kurdische Gemeinde Stuttgart e.V

13- Efrin Post News Network

14- Afrin Media Center

15- Kurds without Borders

16- Syrian Center for Defending Human Rights

17- Violations Documentation Center in North and East Syria

18- Human Rights Organization in Syria (MAF)

19- Human Rights Commission in Syria (MAF)

20- Afrin Social Association

21- Hevi Kurdish Association in Belgium

22- Tel Abyad Forum for Civil Community

23- West Kurdistan Intellectuals Union (HRRK)

24- Kurdish Committee for Human Rights (observer)

25- Afrin Activists Network

26- Kurdish Organization for Human Rights in Syria (DAD)

27- Center for Research and Protection of Women’s Rights in Syria

28- Free Regional Council for supporting Human Rights

29- Rights Defence Initiative Organization

30- Committee of the displaced people of Sere Kaniye / Ras Al-Ain

31- Bar Association in Afrin canton

32- Kurdistan Civil Society Forces

33- The National Association for Afrin

34- Network Kurdish Antenna

35- Human Rights Organization in Jazeera

36- Human Rights Organization in Farat

37- Kurdish Writers and Intellectuals Gathering

38- Clergymen Forum

39- Kurdish academics and university students

40- jiyan Organization for Women

41- Kurdish Human Rights and Lawyers Gathering

42- Association of displaced people of Al-Shahbaa

43- The Union of Journalists of the Kurds in Syria

44- Media Academy Organization

45- Syrian Kurdish Journalists Network

Artículo original publicado en Syriahr. Traducido al castellano por Rojava Azadî Madrid.