La política kurda encarcelada Aysel Tuğluk, que sufre demencia, está perdiendo su capacidad de hablar y sus habilidades motoras son limitadas. Tuğluk se encuentra en la prisión de Kandıra, en la provincia occidental turca de Kocaeli, desde el 28 de diciembre de 2016. A pesar de que se la ha declarado incapacitada, no se le ha levantado la condena.
La Unión por la Democracia (DIB) emitió una declaración frente al departamento de la oficina pública en Estambul para mostrar su preocupación por los problemas de salud de la encarcelada Aysel Tuğluk y exigir su liberación inmediata.
La declaración señalaba un informe sobre la situación de Tuğluk, elaborado por 9 médicos especialistas del Departamento de Medicina Forense de la Facultad de Medicina de Kocaeli.
La miembro del DİB Ayşe Devecioğlu dijo que el informe descubrió que la pérdida de memoria de Tuğluk era crónica y se estaba deteriorando. La política encarcelada era incapaz de continuar con su vida en las condiciones de la prisión, por lo que su sentencia debería ser pospuesta, según el informe.
Deveciğoğlu criticó al Instituto de Medicina Legal (ATK), que decidió que Tuğluk podía seguir en prisión a pesar del informe en cuestión. "La presidencia del ATK está en contra de la suspensión de las penas de los presos políticos, lo que repugna a la ética médica. Los informes emitidos por los hospitales de pleno derecho no son reconocidos por la ATK. La enfermedad se está convirtiendo en un medio de castigo por parte del gobierno, a pesar de las convenciones internacionales que obligan a los gobiernos a respetar la salud y el derecho a la vida de los detenidos y condenados.
Devecioğlu recordó que según los datos de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), 1.605 presos enfermos, 604 de ellos gravemente enfermos, permanecen en las cárceles y especialmente los presos políticos están condenados a morir en la cárcel.
"Hay presos y presas gravemente enfermos que no pueden mantener su vida por sí mismos. Los presos y presas que no son tratados adecuadamente mueren en la cárcel. Los presos y presas políticos están condenados a morir tras una modificación de la Ley de Ejecución en 2013 que rechaza la excarcelación en caso de que los presos en cuestión "supongan un peligro para la seguridad pública". Jefes de la mafia fascista como Alaattin Çakıcı, que amenazan abiertamente a los partidos de la oposición, son puestos en libertad ya que se cree que no suponen una amenaza para la seguridad de la sociedad", dijo Devecioğlu.
"Aysel Tuğluk y otros presas y presos enfermos que no pueden ser tratados en las condiciones de la prisión deben ser liberados inmediatamente. Como Unión por la Democracia, continuaremos nuestra lucha contra las violaciones del derecho a la vida y a la salud de Aysel Tuğluk y de los presos y presas enfermos", añadió Devecioğlu.
Tras la declaración, los miembros de la DIB se dirigieron a la Delegación del PTT de Eminönü y enviaron un fax al Ministerio de Justicia exigiendo la liberación de Tuğluk.