Los presos políticos de una prisión de máxima seguridad de Şirnak han hecho un dramático llamamiento a la opinión pública y piden una acción inmediata. Los presos denuncian un acoso más allá de la justicia, la humanidad y la dignidad, así como una total arbitrariedad. El último incidente de esta espiral de violencia fueron los golpes en la cara, las patadas y las palizas a los presos que se negaron a cantar el himno nacional turco. Los presos exigen una inspección inmediata por parte de una organización autorizada.
El llamamiento se hizo público a través de la familia del preso político Hamza Sönmez. El lunes, en una llamada telefónica, el preso dijo a sus familiares que dos celdas de la comunidad habían sido atacadas por los guardias de la prisión. "Nos pidieron que adoptáramos la posición de marcha y cantáramos el Istiklal Marşı. Dijimos que no aceptaríamos ese trato. Entonces nos golpearon. A mí me hirieron en la cabeza y a otros presos les rompieron la nariz. Más tarde nos llevaron a un hospital donde algunos de nosotros tuvimos que ser operados."
A continuación, los presos fueron puestos en régimen de aislamiento. Según Hamza Sönmez, existe documentación médica de las lesiones. Se insta a las organizaciones de derechos humanos a que envíen delegaciones para inspeccionar la prisión de tipo T de Şirnak.