Los manifestantes mapuches en Curacautín condenaron el racismo en el país, así como la represión y la violencia del Estado y su negativa a escuchar a los presos políticos mapuches.

En otras regiones del país, los indígenas exigieron que se tratara al Machi Celestino Córdova de manera justa y humana. Córdova está en grave peligro debido a la huelga de hambre que lleva a cabo desde hace semanas.

El viernes por la noche se informó que dos prisioneros mapuches que habían entrado en una huelga de hambre "seca" habían sido trasladados a un hospital después de semanas de una huelga de hambre de sólo líquidos.

Los manifestantes instalaron grandes piedras en la carretera, para bloquear la circulación de los vehículos. También llevaron a cabo pequeñas manifestaciones instando a las autoridades a escuchar sus demandas.

En respuesta, los Carabineros (policía chilena) se presentaron en diferentes lugares y comenzaron a cargar contra las marchas mapuches.