La protesta masiva de huelga de hambre de los kurdos que demandan el fin del régimen de aislamiento ejecutado contra el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, continúa con determinación.

La resistencia a la huelga de hambre, iniciada por la copresidenta del DTK y la parlamentaria del HDP Leyla Güven mientras estaba encarcelada en la prisión de Amed, se le unieron posteriormente miles de presos políticos en Turquía y Kurdistán del Norte, así como a docenas de activistas de todo el mundo. Actualmente hay 7 mil prisioneros en huelga de hambre y 30 de ellos han convertido su huelga de hambre en la muerte hace poco.

Las familias de los presos políticos que se unieron al ayuno estricto han estado tomando las calles en Turquía y en el norte de Kurdistán para instar al gobierno de Turquía a que ponga fin al aislamiento para que la huelga de hambre y los ayunos estrictos terminen antes de que se pierdan vidas.

En el norte de Kurdistán, provincia de Amed (Diyarbakir), se llevaron a cabo vigilias durante varias semanas para llamar la atención sobre la resistencia de la prisión. En esta ocasión cientos de familiares de presos políticos realizaron su vigilia diaria, que terminó con una manifestación posterior.

La sentada se realizó nuevamente en la fábrica de harina en desuso frente al Parque Koşuyolu, que ha estado bajo el asedio policial contra las madres en el distrito de Bağlar. La vigilia fue apoyada por el diputado del HDP Remziye Tosun y numerosos políticos locales del HDP y el DBP, así como por familias de los presos de los distritos de Lice, Silivan, Bismil y la provincia vecina de Batman.

A pesar de la fuerte presencia policial, el grupo de personas exclamó repetidamente consignas como "Viva la resistencia de las madres", "Ganaremos la lucha", "Viva la resistencia de la prisión" y "Los presos políticos son nuestro honor".