El 1 de noviembre tendrá lugar una manifestación en La Haya para protestar por el uso de armas químicas por parte de Turquía.

La manifestación se iniciará con el lema "¡Vemos sus crímenes!". Los organizadores dijeron: "Rompamos el silencio criminal y cómplice que permite a los gobiernos anteponer sus intereses a los derechos humanos y hacer la vista gorda ante las violaciones de las convenciones que se supone que defienden".

Desde el 23 de abril de 2021, la aviación turca ha bombardeado miles de veces pueblos, ciudades y zonas rurales, miles de proyectiles de artillería han impactado en la zona, se han llevado a cabo amplias operaciones terrestres y se han incendiado deliberadamente bosques. Pero el arma más importante con la que ha contado el ejército turco durante sus ataques han sido las armas químicas. Según las últimas noticias, Turquía ha utilizado agentes químicos prohibidos 2.470 veces en los últimos 6 meses, frente a las 367 veces que lo hizo en todo 2021.

Desde el pasado mes de abril, al menos 89 guerrilleros han muerto en estos ataques con armas químicas. Recientemente, 17 guerrilleros murieron brutalmente en ataques con armas químicas. Varias delegaciones internacionales, la "Vigilia de la Justicia" frente a la OPAQ desde mediados de agosto y recientemente la organización médica pacifista IPPNW publicaron un informe sobre las posibles violaciones de la prohibición de las armas químicas por parte de Turquía en los ataques contra civiles kurdos y combatientes del PKK en el norte de Irak.

El deber institucional internacional y su silencio

A pesar de toda esta información, de las pruebas concretas y de los llamamientos, la reacción de los funcionarios gubernamentales o de los representantes de las instituciones internacionales ha oscilado hasta ahora en su mayoría entre la indiferencia y la obstrucción activa. La OPAQ se niega incluso a recibir informes de periodistas e investigadores. Además, todas las peticiones realizadas a laboratorios de diferentes países, para analizar muestras que habían sido llevadas a Europa desde posiciones de la guerrilla atacadas con armas químicas en el Kurdistán del Sur, fueron rechazadas.

Los continuos crímenes de guerra de Turquía demuestran claramente que este país se ha visto alentado por el silencio de la comunidad internacional y piensa que se le ha dado luz verde para cometer crímenes de guerra donde quiera. En lugar de capitular ante la instrumentalización turca de su pertenencia a la OTAN, la comunidad internacional debe tomarse en serio las acusaciones de uso de armas químicas haciendo que los expertos investiguen el asunto y presionar a Turquía para que deje de cometer crímenes de guerra en el Kurdistán del Sur/Norte de Irak y en cualquier otro lugar.

Es urgente actuar de inmediato contra el Estado turco para evitar que cometa aún más crímenes contra los kurdos. 

La UE, los EEUU, la OPAQ, la OMS, el ICR y la ONU no pueden encubrir su actual hipocresía, falta de actitud y falta de moral.

Los organizadores de las manifestaciones, las asociaciones kurdas de Europa, hacen un llamamiento a todas las instituciones internacionales, a los gobiernos y a la opinión pública internacional para que condenen a Turquía por sus crímenes y por el uso de armas químicas; para que impongan sanciones a Turquía por el uso de armas químicas y también para que la OPAQ y la OMS nombren una delegación de investigación urgente.