Más de 20 personas en Van fueron condenadas a más de 137 años de prisión

Un tribunal turco condenó a 22 personas detenidas en Van en 2019 por ser delegado del Congreso de la Sociedad Democrática (DTK) a un total de 137 años y 6 meses de prisión.

La audiencia final de la demanda contra 24 personas acusadas de "ser miembro de una organización terrorista" se celebró el martes en el 5º Tribunal Penal Superior de la provincia de Van.

El tribunal condenó a 22 personas a 6 años y 3 meses de prisión cada una, mientras que dos personas fueron absueltas.

Las y los que recibieron penas de cárcel son los siguientes: Hakan Demir, Abdulsettar Güneş, Ahmet Kaya, Ayfer Gelibolu, Baha Soyyiğit, Bazi Aslan, Beritan Tayan, Cemil Duman, Çetin Uyar, Medine Tufan, Mehmet Ali Sönmez, Ramazan Duman, Songül Taş, Elif Yiğit Akkuş, Fevzi Çelenk, Gülay Yılmaz, Gürsel Yamaç, Hakan Demir, Hamdi Bayhan, Hatice Toklu İçten, İbrahim Irmak y Kaniye Şeker.

Antecedentes del DTK

El Congreso de la Sociedad Democrática (ku. Kongreya Civaka Demokratîk - tr. Demokratik Toplum Kongresi - DTK) funciona como una organización paraguas de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, comunidades religiosas y organizaciones de mujeres y jóvenes. Se ve a sí mismo como un contraproyecto social a las estructuras estatales, que -basado en los consejos y la democracia de base- desarrolla conceptos para la autoorganización de la población y alternativas para la autogestión local. 

El DTK constaba de alrededor de 1000 delegados, el 60 por ciento de los cuales fueron elegidos directamente por la población y el 40 por ciento de los cuales fueron nominados por organizaciones de la sociedad civil y se divide en comisiones. Tanto dentro de la organización paraguas como en los consejos distritales y municipales, no existe una cuota de mujeres, sino una cuota de género.

Propuesta de Öcalan para la organización democrática de la sociedad

Propuesto por Abdullah Öcalan ya en 2005 como proyecto de organización democrática de la sociedad, inicialmente se celebraron grandes reuniones de debate hasta la organización de la primera asamblea general al año siguiente. El 14 de julio de 2011, tuvo lugar un congreso en Amed con más de 800 participantes de todas las estructuras étnicas, políticas y religiosas de Kurdistán. Tras la declaración conjunta de la asamblea, se proclamó la Autonomía Democrática. El borrador del modelo publicado enumera ocho dimensiones: la política, la legal, la legítima defensa, la cultural, la social, la económica, la ecológica y la diplomática. El estatuto no sigue las leyes de Turquía, sino que toma como base la participación democrática de la población.

Cooperación del gobierno con el DTK  

Aunque el DTK, como máximo órgano de la Autonomía Democrática, fue criminalizado y sometido a procesos de investigación inmediatamente después de su congreso fundacional, el gobierno turco trabajó intensamente con la organización paraguas entre 2005 y 2014 para negociar conjuntamente el entonces posible proceso de paz. 

El AKP incluso le pidió al DTK que trabajara en una nueva constitución para Turquía. El entonces co-presidente Hatip Dicle, que ahora vive exiliado en Europa, también formaba parte de la llamada "delegación Imrali", que había asumido un papel de mediador entre Abdullah Öcalan y el gobierno turco como parte del proceso de solución. Incluso después de que el entonces primer ministro y actual jefe de Estado, Recep Tayyip Erdoğan, rompiera unilateralmente las negociaciones de paz en el verano de 2015, el DTK no fue prohibido. Mientras tanto, se están llevando a cabo innumerables procedimientos penales contra los delegados.

La pertenencia al DTK se persigue en virtud de los párrafos sobre el terrorismo

La acción del gobierno turco contra el DTK es sintomática del clima de inseguridad jurídica en Turquía. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en su sentencia del 22 de diciembre de 2020 sobre Selahattin Demirtaş, no solo ordenó la liberación del exlíder del HDP, sino que también afirmó que el DTK es una organización legal y que la actividad en su nombre no puede ser prueba de pertenencia a una organización terrorista. 

El Estado turco ignora sistemáticamente las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y, por lo tanto, supuestos y verdaderos delegados del DTK son criminalizados arbitrariamente como miembros del PKK y condenados a largas penas de prisión. Sin embargo, el DTK sigue siendo legal incluso en Turquía. No se ha iniciado ningún proceso de prohibición, ni existe un decreto presidencial.