Los pueblos del norte y del este de Siria se enfrentan a una tragedia humanitaria tras la ofensiva militar del Estado turco, que pretende ocupar la región.

El portavoz del Departamento de Relaciones Exteriores del norte y el este de Siria, Kemal Akif, anunció que 10 civiles han sido asesinados por los ataques aéreos y de artillería de las fuerzas de ocupación en diversas zonas.

Akif declaró que el número de personas que han perdido la vida sigue sin esclarecerse, ya que muchos de los heridos se encuentran en estado crítico. Afirmó que al menos 20 civiles resultaron heridos en las zonas atacadas por los bombardeos de artillería.

También señaló que los aviones turcos alcanzaron a un convoy de civiles y líderes tribales que partieron de Raqqa hacia Gire Spi para apoyar a la resistencia. Muchos civiles resultaron heridos.

El número de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de los continuos ataques ha superado los 70.000, recordó Akif. "Dirbêsiyê y Serêkaniyê han sido evacuados casi por completo. Serekaniye fue blanco de 7 ataques aéreos el primer día y Ayn Issa de 2 ataques aéreos. El segundo día, se efectuaron 7 ataques aéreos en Serekaniye, 3 en Gire Spi y 2 en Ayn Issa y Derik cada uno".

Según la declaración de Akif, el campamento de Mabruka, que alberga a más de 7 mil refugiados, fue reubicado en otra zona el tercer día de la ofensiva invasora, el 11 de octubre.

Akif señaló que satisfacen las necesidades básicas de los refugiados e instó a la comunidad internacional a intervenir ante la tragedia humanitaria en la región.