Desde el 4 de mayo, diez inmigrantes del sur y norte de Kurdistán han estado en huelga de hambre en el campo de detención de Lesznowola, cerca de Varsovia, en contra de su alojamiento que sufren similar a una prisión. Los inmigrantes, seis del sur de Kurdistán y cuatro del norte de Kurdistán, han estado en el campo de detención durante meses. La mayoría de ellos habían cruzado la frontera de Bielorrusia a Polonia. Según declaraciones del campamento, los huelguistas de hambre están muy debilitados y han comenzado a negarse a consumir líquidos.

Según AFP, los migrantes protestan contra la mala nutrición, el acceso limitado a teléfonos e Internet, las dificultades para contactar a los abogados y las viviendas similares a las de detención en cárceles.

Desde mayo del año pasado, miles de inmigrantes de Oriente Medio han intentado llegar a Polonia, Lituania y Letonia a través de Bielorrusia. Fueron detenidos en la frontera con fuerza brutal y al menos 19 murieron debido a las condiciones invernales. A pesar de la apertura de las fronteras a las personas de Ucrania, la política de Polonia y la UE de aislar a todos los demás inmigrantes continúa. 

Hace un mes, un grupo de inmigrantes de Siria inició una huelga de hambre en un centro de detención similar al sur de Varsovia. Los hombres dijeron que estaban siendo tratados "como criminales". En noviembre del año pasado, un grupo de unos 100 inmigrantes, en su mayoría kurdos del sur, realizaron una huelga de hambre para protestar por las condiciones en el centro de recepción polaco en Wędrzyn. La huelga fue la segunda de este tipo en el centro de Wędrzyn.