Movimiento Ecologista de Mesopotamia: “Alto a la deforestación”

El Movimiento Ecologista de Mesopotamia protesta contra la deforestación llevada a cabo por el ejército turco en la provincia de Lice.

Los incendios forestales y la deforestación a gran escala son herramientas de la guerra especial llevada a cabo en Bakur (Kurdistán del Norte). De esta manera se pretende privar a los guerrilleros de su libertad de movimiento. En particular, los militares han comenzado a talar el bosque en Lice, en la provincia de Amed.

Miles de árboles perdidos por la minería, las presas y las centrales hidroeléctricas

El Movimiento Ecologista de Mesopotamia ha protestado contra este ataque a la naturaleza con una declaración.

El texto dice: “Cada día se destruyen más bosques por los incendios en nuestro país. La economía industrial hace el resto. Los datos disponibles muestran claramente la deforestación sistemática de la región. Mientras se sigue hablando de la falta de medidas y de las deficiencias en la lucha contra los incendios, se han perdido miles de árboles en todo el país a causa de la minería, las presas y las centrales hidroeléctricas”.

Los militares talan los bosques y luego venden la madera

El movimiento ecologista relaciona la deforestación en el Kurdistán con las operaciones militares turcas y afirma: “Sólo el verano pasado, los bosques del monte Cudi ardieron durante días durante una operación militar en la provincia de Şırnak. No se hizo nada para apagar los incendios; al contrario, se cortaron los árboles, se transportaron en camiones y se vendieron.

Al mismo tiempo, los bosques de Lice ardieron durante tres días. No se hizo nada hasta el segundo día. Y aunque hubiera sido necesario extinguir el fuego desde el aire, sólo actuaron los bomberos terrestres. Por eso el fuego volvió a estallar. Lo mismo ocurrió en los incendios forestales de Siirt y Mardin”.

Deforestación en Lice

Según informaciones de la población local, decenas de árboles pertenecientes a los aldeanos fueron cortados y transportados en camiones, en el marco de una operación militar en las proximidades de los pueblos de Dibek, Huseyni y Pena.

Los árboles son aire que respirar

La declaración continúa: “En un momento en que la crisis climática se hace sentir con más fuerza cada día, mientras el mundo entero debate cómo reducir los efectos de la crisis climática, la destrucción de los bosques es extremadamente peligrosa.

Al fin y al cabo, cada bosque que se destruye, cada árbol que se corta, significa la destrucción de seres vivos en el ecosistema forestal y lleva a la extinción de especies enteras. Los árboles son el aire que respiramos. Por eso no podemos permitirnos vivir sin un solo árbol”.