El ex diputado del BDP por Van, Nazmi Gür, perdió a su sobrino y a su cuñada en el terremoto que azotó Van el 23 de octubre de 2011. “El veneno del racismo ha sido nutrido durante mucho tiempo en la sociedad turca”, ha dicho. “Se ha generado una seria polarización. Nosotros, como pueblo de Van, somos quienes mejor entendemos al pueblo de Elazığ”.

Necesitamos aprender lecciones de los terremotos

Gür ha dicho que el terremoto de Elazığ ha reabierto viejas heridas en la gente de Van. “Cuando oí lo del terremoto, sentí que revivía el terremoto de Van otra vez. Porque en aquel momento yo estaba en Van y perdí a muchos familiares y amigos. Cada vida que perdemos es una fuente de profunda tristeza. Perdí a mi sobrino y a su madre en aquel terremoto. Es muy triste para mí ver una situación similar en Elazığ. Es necesario aprender lecciones de cada terremoto y revisar las tareas de rescate y los métodos médicos”.

Gür ha explicado que los desastres naturales deberían unir a la gente que vive en el país. Y ha añadido que la gente debería ser recibida con el mismo sentimiento en cualquier parte del mundo.

“En estos casos”, ha seguido diciendo, “no hay lugar para el chovinismo, el racismo, la rabia o la hostilidad. Estemos donde estemos, sentimos el mismo dolor. La ayuda llegó de todas partes del mundo tras el terremoto en Van, pero en algunos paquetes llegaron mensajes que nos molestaron profundamente. No importaba. También nos llegó ayuda desde Edirne y Antalaya. Los gobiernos locales, que todavía no estaban dirigidos por fideicomisarios nombrados a dedo por el gobierno, actuaron con sensibilidad y responsabilidad. Movilizaron todas sus fuerzas y esperaron una llamada para participar en las tareas de rescate. Pero, desafortunadamente, no hubo ninguna llamada por parte de la AFAD y el gobierno central”.

Gür ha añadido: “Organizamos campañas para los afectados en el terremoto de Van y las zonas de guerra. Actuamos con experiencia y precisión. Nuestros amigos han sido detenidos en la entrada de Elazığ. Condenamos esta discriminación. Nuestra ayuda a nuestra gente no puede ser prohibida. En estos casos, no somos un partido actuando para ganar votos o hacer propaganda. Estamos preparados para ayudar a la gente. Quienes nos detengan, quienes rechacen nuestra ayuda, deberían estar avergonzados ante estas personas necesitadas”.