Para las activistas secuestradas en Seqiz
En Seqiz, en el Kurdistán del Este, ciudad natal de Jina Mahsa Amini, cuatro activistas fueron secuestradas por las fuerzas de seguridad iraníes. Una de ellas era hermana de un manifestante asesinado.
En Seqiz, en el Kurdistán del Este, ciudad natal de Jina Mahsa Amini, cuatro activistas fueron secuestradas por las fuerzas de seguridad iraníes. Una de ellas era hermana de un manifestante asesinado.
Al parecer, las fuerzas del régimen iraní han secuestrado a cuatro activistas en el Kurdistán Oriental. La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), con sede en Francia, informó de que el incidente se produjo el miércoles a la entrada de la ciudad de Seqiz (Saqqez). Las circunstancias de las detenciones y el paradero actual de las mujeres siguen sin estar claros.
Según la información de KHRN, las activistas detenidas son Sheyda Rezaei, Shirin Khayyat, Simin Khayyat y Solmaz Hassanzadeh. Esta última es hermana del manifestante Mohammad Hassanzadeh, muerto por disparos de las fuerzas de seguridad iraníes en Bokan el pasado noviembre durante las protestas contra el régimen a raíz del feminicidio de Jina Mahsa Amini.
Según KHRN, las cuatro mujeres fueron detenidas sin orden judicial previa. Ese mismo día, la casa de los padres de Solmaz Hassanzadeh en Bokan habría sido asaltada y registrada por tropas del régimen. Como también anunció la organización de derechos humanos, la joven de 29 años fue detenida brevemente en Bokan a principios de septiembre. En aquel momento, fue detenida en el marco de una orden de comparecencia del Ministerio de Inteligencia. Las autoridades detuvieron al padre, Ahmad Hassanzadeh, de 56 años.
Antecedentes
La muerte bajo custodia de la joven kurda Jina Mahsa Amini hace un año desencadenó el levantamiento "Jin, Jiyan, Azadî", que se extendió por todo el país desde su ciudad natal, Seqiz. Miles de personas salieron a la calle y pidieron la caída del régimen autoritario de los mulás. Amini fue asesinada bajo custodia de la policía iraní encargada de velar por la moralidad porque, al parecer, llevaba ropa inadecuada.
Según organizaciones de la sociedad civil, las fuerzas del régimen mataron a más de 550 manifestantes, hirieron a miles, detuvieron a unos 25.000 y ejecutaron al menos a siete. La caza de los miembros de la revuelta continúa más de un año después de que estallara el levantamiento. Rojhilat (Kurdistán Oriental) está especialmente afectado por la represión estatal. Todos los días detienen a personas, y algunas desaparecen sin dejar rastro tras ser arrestadas.