Paz en el Kurdistán envía una carta al Primer Ministro británico sobre las amenazas a Öcalan
La Campaña Paz en el Kurdistán envía una carta al Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, sobre las amenazas a Abdullah Öcalan.
La Campaña Paz en el Kurdistán envía una carta al Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, sobre las amenazas a Abdullah Öcalan.
La carta dice: "Hace unos días se supo que Abdullah Öcalan, dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que lleva más de 24 años recluido en la isla turca de Imrali, había recibido cartas anónimas amenazadoras en su celda con el pleno conocimiento y la aparente aprobación de las autoridades penitenciarias turcas. La carta -o cartas- incluía escabrosos relatos de cómo Öcalan iba a ser envenenado y asesinado".
La carta añadía: "Los detallados informes, publicados por destacadas organizaciones kurdas, no deben dejarse de lado como rumores o alarmismo. Las cartas constituyen amenazas contra la vida de Öcalan y deben ser tratadas con la máxima seriedad y la respuesta debe mostrar un sentido de urgencia.
Las denuncias de amenazas a cualquier preso deben ser investigadas a fondo y los organismos responsables tienen el deber de establecer los hechos en los que se basan las acusaciones.
Paz en el Kurdistán condena en los términos más enérgicos posibles cualquier amenaza a Abdullah Öcalan, y sumamos nuestra voz a la de quienes piden una investigación completa y adecuada de este último incidente."
En los últimos tiempos, Abdullah Öcalan ha permanecido en aislamiento total continuado durante un periodo de 28 meses, sin recibir nunca visitas y sin que se le permitiera siquiera comunicarse con sus familiares más cercanos o con sus abogados. En estas circunstancias, nadie sabe nada sobre el estado actual de salud mental y física de Öcalan.
Paz en el Kurdistán ha declarado: "Esto es sencillamente inaceptable se mire por donde se mire. Es inconcebible que el presidente Erdogan y Turquía sean agasajados y alabados por sus aliados en la escena mundial, mientras que en el interior de las cárceles del país se sancionan aparentes abusos.
El aislamiento punitivo innecesario al que se somete a Öcalan equivale a un trato inhumano intolerable o a tortura. El trato que está recibiendo Öcalan es una mancha para Turquía y quienes lo apoyan están condonando de hecho la tortura de Estado. Ningún otro preso detenido en Turquía recibe el trato que recibe Öcalan. Los últimos informes se suman a las heridas que Öcalan se ve obligado a soportar y no pueden ser ignorados".
Paz en el Kurdistán hizo un llamamiento a "todos los gobiernos para que hagan gestiones ante Turquía y para que las autoridades pertinentes que tienen competencias para intervenir ejerzan sus poderes actuando ahora".