La campaña Peace in Kurdistan ha escrito una carta abierta al Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, en apoyo del HDP.

La carta dice lo siguiente: “El 6 de abril de 2021, altos representantes del Consejo de Europa se reunieron con el presidente de Turquía, Erdogan, en Ankara. Después de la reunión, desde el Consejo de Europa se expresó satisfacción al tratar de restablecer las relaciones con Turquía tras las preocupaciones surgidas en torno al Mediterráneo Oriental, Grecia y Chipre. El Consejo acordó seguir aportando una contribución financiera a Turquía, que acoge a 4 millones de refugiados sirios. Se debatió también la decisión del gobierno turco de retirarse del Convenio de Estambul, que promueve los derechos de las mujeres”.

Recordando que el Presidente del Consejo Europeo declaró que “el estado de derecho y el respeto de los derechos fundamentales son valores fundamentales de la UE”, Peace in Kurdistan añade: “Hemos compartido con el presidente Erdogan nuestra profunda preocupación por los últimos acontecimientos en Turquía a este respecto, en particular sobre la libertad de expresión, y la focalización en los partidos políticos y los medios de comunicación.

El presidente Erdogan y el gobierno turco están dispuestos a ilegalizar el tercer partido político más importante de Turquía, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP); el caso para la proscripción del partido está ahora en manos de los tribunales de Turquía. Estos tribunales han sido purgados de funcionarios que no son afines a Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Los diputados del HDP han sido despojados de su inmunidad parlamentaria, detenidos y encarcelados en virtud de leyes que califican las críticas a la política del gobierno como terrorismo. Decenas de alcaldes electos del HDP han sido destituidos y encarcelados para ser sustituidos por personas nombradas por el gobierno”.

Peace in Kurdistan continúa: “Aunque la inspiración del HDP puede provenir de la comunidad kurda de Turquía, representa a un amplio espectro del electorado. El hecho de que el HDP haya obtenido repetidamente más del 10% de los votos en las elecciones generales y que, por tanto, tenga derecho a estar representado en la Asamblea Nacional, es intolerable para el presidente Erdogan y el AKP. Más de 6.000 miembros del HDP han sido encarcelados. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que el antiguo co-representante del HDP, Selahattin Demirtas, encarcelado desde noviembre de 2016, sea liberado. Sin embargo, el Estado turco desafía esta sentencia. El ataque a los derechos de los kurdos y, en particular, a su derecho a la representación democrática, amenaza todos los derechos democráticos que quedan en Turquía. En Turquía se ha detenido y encarcelado a más periodistas que en ningún otro país. Abogados, académicos, cualquiera que critique al presidente y al gobierno, es amenazado con ser acusado de subversión y terrorismo”.

Y agrega: “Los intereses geoestratégicos y los intentos de mantener a Turquía en sus compromisos con la OTAN no deben anular la defensa de los valores y derechos fundamentales. Erdogan depende de la complicidad de Reino Unido, la Unión Europea y los Estados Unidos para proseguir con la opresión de los kurdos y de todos sus opositores. Compra esta complicidad con promesas y amenazas. Y se producen graves violaciones de los derechos humanos con sólo tímidas reprimendas por parte de estas potencias internacionales”.

El gobierno británico, finaliza Peace in Kurdistan, “debe tratar con carácter de urgencia el derecho del HDP a existir como partido político legal con los representantes del Estado turco”.