El gobierno turco restringe sistemáticamente la libertad de expresión, y utiliza los tuits en las redes sociales para silenciar las opiniones críticas. Un nuevo caso es la criminalización de Zilan Ö., a quien se la acusa de compartir una imagen de una combatiente zapatista y otra de una mujer yazidí armada. La Fiscalía de Mardin ha iniciado un proceso por propaganda terrorista y pide para ella entre dos y cinco años de cárcel.
La acusación se dirige contra un cuadro del artista norteamericano Sam Philips que representa a una combatiente zapatista. Los fiscales consideran que la mujer zapatista retratada es “miembro de la organización terrorista separatista armada PKK/KCK”. Publicar esta imagen, según la Fiscalía, significa “legitimar” sus acciones.
Además, también es objeto de acusación un tuit fechado el 6 de septiembre de 2020. En él se muestra a una mujer yazidí con una pistola y un bebé en brazos. Esta yazidí, que se protege contra el genocidio del ISIS, también ha sido considerada por la Fiscalía como “miembro del PKK”.