Las fuerzas de seguridad polacas han utilizado gas lacrimógeno y cañones de agua contra los migrantes amontonados en la frontera con Bielorrusia. El uso de cañones de agua en temperaturas heladas es un ataque que pone en peligro la vida de los migrantes que también fueron blanco de granadas de gas lacrimógeno disparadas por las fuerzas polacas.

El gobierno de Polonia no permite la entrada de periodistas a la región y, por lo tanto, intenta mantener su propia soberanía sobre las noticias de la zona. El Ministerio de Defensa de Polonia declaró que sus fuerzas respondieron a los migrantes que atacaban una valla fronteriza en Kuznica.

"Los migrantes atacaron a nuestros soldados y oficiales con piedras y están tratando de destruir la cerca y llegar a Polonia. Nuestros servicios utilizaron gases lacrimógenos para sofocar la agresión de los mismos", tuiteó el ministerio.

La policía polaca dijo que las fuerzas bielorrusas se mantuvieron al margen mientras esto sucedía y los acusaron de suministrar granadas paralizantes a los migrantes.